Por Óscar Viña Pardo 

Compleja la situación que vivimos los que tenemos relación con el Fondo Nacional del Ahorro, una entidad del Estado paquidérmica que no atiende las necesidades de sus usuarios como me pasó a mi en el 2023 y ahora en el 2024, donde se tiene que rogar para que le retornen los dineros que son nuestros por ley.

No coloqué mi nombre en la nota inicial por seguridad, y la de los otros dos amigos que me encontré en las instalaciones de Ibagué con problemas similares o mayores, al fin y al cabo, lo mío son chichiguas, pero son mías, no del Fondo. 

Desde la oficina de Comunicaciones del Fondo nos llamaron para averiguar por el nombre de los tres quejambrosos y hablé con ellos, reservando los otros dos personajes. Tener que ir a una oficina más de tres veces, no poder sacar cita por la web como lo sustenta la Ley 1712 de 2014 son cosas inaceptables en una entidad que otrora era modelo de atención al usuario. 

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Antes de Semana Santa me atendieron, me dieron una ficha hecha a mano que decía era prioritaria. Pasé los documentos exigidos por el Fondo Nacional del Ahorro el 2 de abril. La señora que me atendió me indicó que máximo en 2 días me estaban consignando. Llegó el viernes y los números de mi cuenta de ahorros seguía en el mismo percentil. 

Que amables son los de la oficina de Comunicaciones, en esa charla primero me recriminaron por no dar los nombres de los querellantes. Parece que el tema del sigilo profesional no está en su mente, y primero muerto antes que dar el nombre de las fuentes de los otros dos usuarios que fueron perjudicados, y aclaro, no son los únicos, porque en cada visita era más de uno los que vociferaban sobre el mal servicio. 

Es que los documentos soportes que entregó no sustentan el pago, y se requiere otro documento que entregue el viernes anterior, con la promesa que en pocas horas me consignaban la plata. Estamos a miércoles, y la cuenta de ahorros en el mismo percentil. 

Mi visita a las instalaciones del Fondo Nacional del Ahorro de Ibagué o Bogotá me llevan de inmediato a otro momento, así como cuando usted va a una EPS a reclamar algo que necesita con urgencia. Pero las urgencias suyas nunca serán las urgencias de los funcionarios del Fondo Nacional del Ahorro. 

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Iré en son de paz, pero estoy listo para volver a dar la pelea y poner la queja ante la Superintendencia porque el problema de muchos como yo es que nos mamamos de poner quejas sin respuesta.