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Consulta anticorrupción: derrota numérica, victoria política

Consulta anticorrupción: derrota numérica, victoria política

Sin duda, los derrotados por un escaso margen de un poco más de 400 mil votos, fueron los promotores de la Consulta Anticorrupción y los que creímos y votamos por ella; sin embargo, la jornada deja a la vez, una victoria política debido al elevado número de votantes, más de 11 millones 600 mil sufragantes.

Y aunque parezca contradictorio, la verdad es esa. Los comentaristas y especialistas en el tema escasamente le deban a este evento unos guarismos donde los más optimistas eran de siete millones de votos. Se superó esa cifra por más de cuatro millones, lo que significa una victoria política por el calado que tiene este número significativo de ciudadanos que enviaron un claro mensaje a una clase política miope y corrupta que no se quiere auto-reformar. La expresión popular fue inequívoca y tajante: no más corrupción.

Análogo a ello, tenemos también que el gran y directo derrotado en esta jornada fue el Centro Democrático (CD), que a través de su jefe, el expresidente Álvaro Uribe, tuvo una bifronte posición frente a la consulta; por un lado la apoyó cuando fue aprobada por el Congreso, el pasado 26 de junio, a sabiendas de los costos que implicaba, más de 300 mil millones de pesos; y luego, su reculada para criticarla y atacarla so pretexto de elevados costos, más las mentiras, engaños, bajezas, manipulaciones y a todo lo que dijo contra la consulta por parte de seguidores dogmáticos y casi religiosos de ese movimiento. Esta actitud de levantar calumnias, mentir y manipular la verdad a través de redes sociales,  ya característica en los 'buenos muchos' del CD, fue otro de los ingredientes a los que acudieron para desprestigiar la consulta anticorrupción.

No obstante, la guerra sucia propagandística que se libró contra la jornada de este domingo 26 de agosto, a nuestro juicio, no logró los objetivos que se proponía que era sepultarla, y  hacer quedar en ridículo a los promotores de la misma y a quienes votaran por ella, debido a la baja votación que ellos pronosticaban y perseguían. El tiro les salió por la culata literalmente y, ahora, los resultados dejan a la bancada uribista en el Congreso con escaso margen de maniobra para atacar o negarse a votar los proyectos anticorrupción que se vayan a presentar en este nuevo escenario político surgido a raíz de la consulta.

Otro aspecto para analizar, es la profundización de las grietas del CD que se hacen más evidentes a medida que transcurre el tiempo, entre una ala moderada y reflexiva y otra sectaria y agresiva; prueba de esa división es la conducta del Presidente Iván Duque, que se apartó de su Jefe y de su bancada en el Congreso, para apoyar abiertamente la consulta anticorrupción.

Esto nos indica que la religión llamada uribismo ha comenzado a debilitarse y agrietarse, no solo por sus contradicciones internas, sino también porque con las mentiras, inventos, infundios y manipulaciones, les es imposible sostenerse incólumes todo el tiempo.

Así las cosas, no se puede negar que el principal damnificado con los resultados de la consulta anticorrupción es el Centro Democrático y su caudillo, Mesías o como se le quiera llamar.

También hay que precisar otros méritos que hacen de la consulta una victoria política. Por ejemplo, fueron unas elecciones libres donde no hubo transporte, mucho menos tamal, compra de votos u otras pecaminosas seducciones al elector. Igualmente, el gobierno ni la Registraduría Nacional hicieron mayor cosa para apoyar esta iniciativa, incluso ni certificado de votación dieron, menos publicidad o promociones en medios masivos de comunicación para los que prácticamente no existió la consulta anticorrupción.

Fueron unas elecciones verdaderamente franciscanas con voto de pobreza infinito.  

En la misma forma, los partido políticos tradicionales y sus principales dirigentes se hicieron los de la vista gorda, con salvedades individuales obvias de algunos de sus dirigentes. El Partido Conservador, el Liberal, la U, Cambio Radical, el Mira, entre otros, pese a haber votado también la consulta en el Congreso, no movieron ni un dedo ni realizaron ninguna actividad para motivar la consulta, menos para llevar a sus electores a las urnas. Pastrana y Gaviria, en la práctica se unieron a Uribe, que al menos fue el más consecuente en oponerse abiertamente a la consulta.

Por esta y otras razones, la derrotada en el fondo,  es a la clase política tradicional y los victoriosos todos los movimientos alternativos que trabajaron por esta causa como los Verdes, Colombia Humana, el Polo Democrático, los liberales de avanzada, la Unión Patrioca, independientes, indígenas, afrocolombianos, organizaciones sociales, entre otros.

Estas elecciones confirman que se están formando unas nuevas ciudadanías y que el voto de opinión comienza a tomar fuerza y a cambiar el estilo de hacer política en nuestro país.      

En lo que atañe al Tolima, falló en la mayoría de municipios, salvo tres excepciones, entre ellas Ibagué, donde se superó el umbral con sus más de 158 mil votos. Este es un buen signo y augurio para futuras elecciones en la capital del Tolima, donde los caciques electorales y de junta comunal,  pierden fuerza política en sus electores y el voto de opinión gana terreno.         

 

 

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