En las últimas horas la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, fue consultada por el futuro del puente elevado de la carrera Quinta con calle 60; fracasado proyecto que dejó 'en veremos' su jefe político, el exalcalde Andrés Hurtado.

Y es que, después de casi cuatro meses de su gobierno, el proyecto continúa suspendido, sin ningún avance en las obras que apenas alcanzan el 5 % de ejecución. Por esto, le consultaron a Aranda si piensa liquidar el contrato, como lo piden residentes y comerciantes de la zona. 

"Estamos realizando el debido proceso de la mano de los entes de control y estoy segura que los ibaguereños van a quedar satisfechos con la decisión que tomemos. Queremos hacer las cosas bien hechas por el bien de la ciudad", acotó Aranda. 

Si bien no confirmó la liquidación del contrato, todo apunta a que esta decisión será tomada los próximos meses o semanas. Sin embargo, se desconoce qué pasará con los casi $3.000 millones que ya le giró la Alcaldía de Ibagué al contratista para obras complementarias que dejó inconclusas y abandonadas. 

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"Quiero darle la tranquilidad a los ibaguereños de que se pidió acompañamiento a los entes de control para tomar la mejor de las decisiones", puntualizó la mandataria local.

La realidad marca que fueron los entes de control, como la Procuraduría General de la Nación, los que advirtieron irregularidades desde que el exalcalde Hurtado insistió en dejar adjudicado el proyecto por $40.000 millones a un cuestionado contratista. 

De hecho, el Ministerio Público días atrás le exigió respuestas a la alcaldesa Aranda por la aparente malversación del anticipo entregado al cuestionado contratista. En un extenso requerimiento, la entidad solicitó información urgente sobre el uso de esos recursos.

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Después, la Fiscalía General de la Nación se tomó las oficinas del contratista para investigar dichas irregularidades, para lo cual desplegó un gran operativo de allanamiento. Ahora, a Aranda solo le quedaría el camino de liquidar el contrato.