Para verificar la calidad del agua que consumen los habitantes del sur de la ciudad, la Secretaría de Salud ha realizado 3 pruebas a cada uno de los 16 acueductos comunitarios ubicados en las comunas 12 y 13. Esto se lleva a cabo para definir acciones que permitan mejorar la calidad del recurso hídrico.

“Nosotros estamos realizando controles permanentes a los acueductos comunitarios que prestan el servicio en el sur de la ciudad. Es preocupante encontrar que la calidad del agua es baja, por eso el IBAL está trabajando en la construcción del acueducto complementario”, aseguró Gelver Dimas Gómez, secretario de Salud.

De acuerdo con el Índice de Riesgo de la Calidad del Agua (IRCA), acueductos como Acuaricaurte, Batallón, Acuaboquerón, Miramar, entre otros, no cumplen con los estándares mínimos para que el recurso hídrico sea apto para el consumo humano.

“Nosotros hemos persistido los controles, ya que en Ibagué se han venido presentando enfermedades diarreicas agudas a causa del consumo de agua no potable y de mala calidad”.

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Actualmente, la capital del Tolima cuenta con 32 acueductos complementarios que surten a cerca de 60.000 ibaguereños, pero que no cumplen con las normas básicas de potabilidad.

Por ese motivo, la Alcaldía y la Superintendencia de Servicios Públicos están implementando un plan piloto para regular y mejorar el funcionamiento de los acueductos comunitarios. Todo esto se hace con el acompañamiento del IBAL y las comunidades.

“Nosotros tomamos las muestras en cada uno de los acueductos. El primero de los exámenes es cuando baja el agua, luego hacemos las pruebas en el tanque y cuando el agua es conducida hasta los hogares. Este recurso hídrico es de mala calidad porque no recibe ningún tipo de tratamiento”.

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Vale resaltar que, para solucionar el problema del agua en los barrios del sur de Ibagué, la Administración está invirtiendo $42.500 millones en la construcción de las 2 primeras fases del acueducto complementario.

Además, en los próximos días iniciará la licitación por cerca de $10.000 millones para conducir el agua desde la planta de tratamiento de La Pola hasta un nuevo tanque que se construirá en el sur y que alimentará al tanque de Boquerón.