Mediante decreto 1000-050 de enero 2020, emanado del despacho del alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, fue nombrado José William Castro Cruz, como Jefe Único Disciplinario de la Alcaldía de Ibagué, quien tomó posesión de su cargo el 15 del mismo mes.

Hasta aquí el procedimiento administrativo hubiera sido normal de no presentarse un hecho irregular: la persona nombrada había sido sancionada disciplinariamente por la Personería Municipal por seis meses, por haber otorgado permiso de extensión de horarios a cinco reconocidos establecimientos nocturnos de la capital del Tolima, dedicados a la venta y consumo de bebidas embriagantes. 

Esta medida fue tomada en 2014, cuando Castro había salido del gabinete de Luis H. Rodríguez, donde se desempañó como secretario de Gobierno, el fallo del ente disciplinario aclaró que la sanción "se convertiría en salarios", de acuerdo a los dispuesto en el artículo 46 del código Único Administrativo. 

Esta sanción fue apelada por el afectado ante la Procuraduría Regional del Tolima, entidad que le rebajó la sanción a tres meses, pero dejó intacto el resto del fallo de la Personería. Es decir, el pago en dinero de la sanción. 

Por aquella época Cruz devengaba un salario de 7 millones 136 mil 236 pesos, lo que significa que tendría que haber cancelado la suma de  $21.708.408 pesos, para cumplir la sanción impuesta.

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 Que se sepa, hasta el momento, el hoy Jefe Único Disciplinario del Municipio no ha pagado esta deuda. 

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Según el certificado de antecedentes disciplinarios de la Procuraduría General de la Nación, las fechas de las providencias que sancionan al actual funcionario de la administración de Hurtado son: Personería Municipal de Ibagué: 10 de marzo de 2015 y  Procuraduría Regional del Tolima: 19 de julio de 2017; como se observa, los cinco años para la prescripción de esta sanción no se han cumplido, ni la multa se ha cancelado lo que hace a todos luces irregular el nombramiento y más aun la posesión de William Castro Cruz. 

Los hechos

Los hechos por los que fue sancionado el actual Jefe de Control Único Disciplinario del Municipio, se remontan a los días 24, 25, 30, 31 de diciembre de 1012, y el primero de diciembre de 2013, cuando amplio en tres horas más los horarios establecidos por decreto a los establecimiento públicos nocturnos.

A juicio de los organismos de control, el entonces servidor público "ejerció funciones que le correspondían al alcalde, dejando de lado las obligaciones que desempeñaba incumpliendo la normativa vigente en materia de seguridad ciudadana y lo relacionado con la atención y defensa de los intereses de la administración municipal". 

En estas condiciones, una persona sancionada por la Personería Municipal y Procuraduría Regional, ahora es la encargada de investigar las conductas indebidas de los funcionarios de la administración municipal de Ibagué.