La variante JN.1 del COVID-19, también llamada "Pirola", ha captado la atención mundial debido a su veloz propagación, siendo reportada en China, India, Reino Unido, Estados Unidos y América Latina. Este nuevo linaje, considerado una subvariante de la BA.2.86, fue identificado por primera vez en septiembre en Estados Unidos, donde ha causado un significativo aumento de contagios desde la aparición de la variante Omicrón.

La JN.1, para finales del año anterior, estaba asociada a alrededor de 80 muertes por semana. Sus síntomas incluyen fuertes problemas respiratorios y estados gripales, siendo la congestión y el dolor de garganta síntomas comunes en la etapa inicial. Aunque también puede causar pérdida del sentido del gusto y del olfato, tos seca y otros síntomas, estos no se manifiestan con la misma intensidad que en otras variantes.

En Italia, la JN.1 ha contribuido a un aumento significativo de contagios, llegando a valores de incidencia nunca antes alcanzados en temporadas anteriores, según informes de las autoridades de salud.

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En Colombia, el impacto de la variante se refleja en el aumento de casos y urgencias por enfermedades respiratorias. Hasta el 22 de diciembre, el país registraba un total de 6,338,339 personas contagiadas y 142,076 fallecimientos relacionados con el virus. Durante la semana del 16 al 22 de diciembre, se reportaron 7,930 nuevos casos y la muerte de 80 personas por COVID-19.

Ante esta situación, Tedros Adhanom Ghebreyesu, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hizo un llamado a la toma de medidas preventivas. Recomendó realizar pruebas de COVID-19, buscar atención médica cuando sea necesario, continuar con el uso de máscaras, ventilación y distanciamiento social, así como mantenerse actualizado con las vacunas contra el COVID-19 y la gripe.

El director de la OMS enfatizó la importancia de brindar acceso a pruebas, tratamientos y vacunas confiables, especialmente para aquellos con mayor riesgo de infecciones graves. Asimismo, destacó la necesidad de mantener la vigilancia, secuenciación y presentación de informes para seguir la evolución del virus.

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En otros países, como España, ya se están tomando medidas sociales, como la obligatoriedad temporal de la mascarilla en espacios sanitarios y sociosanitarios debido al notable aumento de infecciones por virus respiratorios.

Ante el estrés y agotamiento que ha provocado la pandemia, Tedros también subrayó la importancia de cuidar la salud mental y la necesidad de proporcionar mensajes claros sobre los riesgos y las medidas para reducir el riesgo a la población. La variante JN.1, aunque no suele generar enfermedades graves en la mayoría de las personas contagiadas, sigue siendo motivo de monitoreo y atención médica especializada ante la identificación de síntomas.