Por Sandra Rincón

Alguien decía que envejecer con dignidad es un derecho de todo ser humano cuando va ingresando a una de las etapas más difíciles de su vida.

Y es que ella, debería tener muchos factores positivos para este grupo de personas, que reclama a gritos ser tenidos en cuenta en cada una de las decisiones de la vida, por lo que se sienten marginados, frustrados y en muchas ocasiones con problemas de salud mental.

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Su experiencia, su conocimiento, su sabiduría no son tenidos en cuenta, pasando inadvertidos, volviéndose invisibles para una sociedad, que le robó su inteligencia, su producción, sus mejores años y lo más importante el arraigo de su entorno, porque en muchas ocasiones debieron trabajar en tareas que no les permitía compartir con los suyos de forma permanente.

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Esta problemática ha permanecido arraigada en las sociedades Latinoamericanas, que se han encargado de imponer esta mentalidad frente a las personas mayores y que es catalogada por la Organización Mundial de la Salud, como un pensamiento subdesarrollado, incoherente y mediocre, porque una persona al llegar a esa edad puede seguir aportando a la sociedad y a los suyos.

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El doctor Mauricio Andrés Salazar Moreno, ibaguereño, egresado de la Universidad de Caldas y con especialización en Geriatría en la Universidad Nacional de Colombia, explica que el haber estudiado esta rama de la medicina, le permitió conocer la existencia de muchos pacientes en el área de urgencias de los hospitales, dónde por diferentes casos se agolpaban para ser atendidos por un médico internista.

De los pocos especialistas que existen en nuestro país y en Ibagué, decidió quedarse en su ciudad para atender las necesidades de las personas mayores, aportando su granito de arena en dos importantes programas que abandera la Alcaldía de Ibagué: el “Modelo Integral de Atención en Salud a la persona mayor” y el segundo de ellos, “Ibagué Ciudad Amigable”, siendo ésta capital la única en Colombia, que los ha implementado y que ciudades como Bogotá, Medellín  y otras, lo quieren replicar.

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“Cuando a mi consultorio ingresan pacientes se les debe aplicar tres pilares fundamentales como son: La valoración integral, el trabajo multidisciplinario y el cuidado continuado de la persona”, dijo el doctor Salazar Moreno.

“En la medida en que vamos envejeciendo se van dando cambios biológicos en nuestro cuerpo, y es que en la mayoría de las ocasiones se presenta la llamada “polifarmacia”, dónde los adultos mayores, acumulan medicamentos debido a que para cada problema visitan un especialista diferente, generando posteriormente problemas de salud, al consumir bastantes medicinas”.

Al ser tratados por un Geriatra se les va suprimiendo esa cantidad de medicina, a fin de evitar que se generen reacciones adversas en su organismo.El especialista dijo que a su consultorio había ingresado un paciente con más de 20 medicinas recetadas y de manera paulatina se le fue modificando esto. 

Salazar Moreno señala que en esa edad se registran los llamados síndromes geriátricos, igualmente recalcó que la llamada demencia no solo se presenta en personas mayores sino en jóvenes también.

La depresión, la incontinencia, la pérdida de peso, así como los cambios en el organismo se van dando a medida que el tiempo va pasando y esto debe ser atendido por un Geriatra, señaló el especialista. 

“La población en el mundo entero está envejeciendo más rápido dijo el galeno, y esa tendencia está marcada aún más en América Latina, dijo el galeno, y pese a los avances de la medicina se les está ayudando a prolongar la vida a los pacientes con tratamientos y medicamentos adecuados”.

Colombia y la ciudad de Ibagué no son ajenas al envejecimiento de sus habitantes, y anotó que hoy en día no se puede decir que a los 60 años las personas son viejas porque no lo son. Además, prima mucho el estilo de vida, la genética, los hábitos en la alimentación, el evitar consumir alcohol, drogas y cigarrillo, igualmente recalcó que hay genéticas con tendencia al envejecimiento rápido, todo depende además de la actividad que se tenga y su funcionalidad, expresó el médico.

Un estudio con 700 personas mayores de las comunas de Ibagué y la zona rural, se encontró que muy pocos habían logrado su pensión y que sólo habían alcanzado el nivel educativo primario. Por eso dijo el doctor Salazar Moreno “es importante que el estado les brinde una seguridad económica”.

“Es lamentable hallar en ese estudio la presencia del llamado “ageismo”, que los excluye y se los discrimina a todo derecho”.