El consumo de tabaco se lleva la vida de más de siete millones de personas cada año y cuesta a los hogares y gobiernos más de US$ 1,4 billones en gastos sanitarios y pérdida de productividad.

Por esos, la OMS  (Organización Mundial de la Salud) recuerda la amenaza que representa este producto para el desarrollo de los países de todo el mundo y hace un llamado a sus gobiernos para que apliquen medidas firmes de control del tabaquismo.

Las medidas de erradicación del consumo de tabaco pueden ayudar a los países a evitar que millones de personas mueran de enfermedades relacionadas con este producto, a combatir la pobreza y, de acuerdo con el primer informe sobre sus efectos medioambientales, elaborado por la (OMS), a reducir la degradación del medio ambiente a gran escala.

De igual manera, se sabe que en Colombia la prevalencia de consumo de cigarrillo actual en adultos entre 18 y 62 años de edad es del 12 por ciento, siendo mayor en los hombres que en las mujeres, según estadísticas del ministerio de Salud, de tal modo que el uso de tabaco aumenta considerablemente con la edad de la población estudiantil. Entre los escolares de 11 a 12 años, un 2.8 por ciento, declaró haber usado esta sustancia, cifra que se eleva al 17.4por ciento entre los estudiantes de 16 a 18 años.

Según el estudio realizado por el Instituto Nacional de Cancerología y el Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud (IETS), se evidencia que 3544 muertes ocurren por cáncer de pulmón; 3699 por otros cánceres; 6776 por enfermedades cardíacas directamente relacionadas con el consumo del cigarrillo y la que mayor prevalencia tiene es la por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), con 6619 muertes en el país.

En el Tolima se estima que un 15.3 por ciento de las personas fuman, calculando que la edad de inicio de consumo de tabaco es a los 14 años. También se conoce que los municipios con el indicie más alto de consumo de cigarrillo son Melgar, Espinal e Ibagué, este último se encuentra dentro de las ciudades donde más mueren personas a causa de Cáncer.

Por otro lado, la reforma cambió severamente la forma en la que se tributa por la venta y el consumo de cigarrillo. Se aprobó, por ejemplo, un IVA del 19 por ciento; un impuesto específico de mil 400 pesos por cajetilla en el 2017 y de dos mil 100 en el 2018; y otro tributo ad valorem del 10 por ciento. 

Con esas modificaciones, para el 2018 el precio final de una cajetilla de 20 cigarrillos tendrá una carga impositiva promedio del 66 por ciento. Y a partir del 2019 el impuesto aumenta con la inflación (IPC anual) más 4 puntos porcentuales.

La medida, según dijo en su momento el ministerio de Salud, evitará unas  dos 300 muertes al año por enfermedades relacionadas y serán recaudados unos 500 mil millones adicionales para la salud a partir de 2018.