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“Mi hermano no era guerrillero ni extorsionista”
Giovanny Calderón Salazar fue condenado en 2017 por la justicia ordinaria; actualmente cumple una condena de 402 meses de prisión. Ahora ante la JEP deberá hacer aportes de verdad sobre diez hechos, con 17 víctimas directas.
En 2018, el exdetective del desaparecido DAS (Departamento Administrativo de Seguridad), Giovanny Calderón Salazar presentó solicitud de sometimiento ante la JEP. Calderón pidió ser admitido en calidad de 'combatiente excepcional' por haber estado involucrado en tres hechos en los que intervinieron miembros del Gaula Tolima, los cuales sí son miembros de la fuerza pública.
En el estudio de su solicitud de sometimiento, la Sección de Apelación de la JEP ordenó aceptar a Calderón como miembro de la fuerza pública 'de facto', es decir, un sujeto que formalmente no hacía parte de las fuerzas militares, pero que en la práctica, sí lo era.
Sin embargo, para hacer efectiva su admisión a la #JEP, la Sección de Apelación condicionó el sometimiento de Giovany Calderón Salazar a la calidad de los aportes de verdad que brinde en audiencia de seguimiento al régimen de condicionalidad ante la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas.
Es decir, para comprobar su condición de agente de Estado 'de facto', Calderón debe demostrar que sus acciones beneficiaron de manera efectiva la estrategia militar en el conflicto armado. Esto implica que debe proporcionar un relato detallado que muestre cómo sus acciones ofrecían una ventaja militar táctica y no un simple apoyo operativo.
Asesinato entre Chaparral y Ataco
El primer hecho por el cual fue convocado Giovanny Calderón Salazar corresponde a las víctimas Mauricio Forero Zabala, William Fernando Bernal Palma, Uriel Carvajal Rada y Arley Carvajal Rada. Los hechos ocurrieron del 5 de junio de 2006, en el kilómetro 5 de la vía entre Chaparral y Ataco.
Los familiares de las víctimas presentes en la diligencia le pidieron a Calderón que hiciera una descripción detallada de los hechos en los que sus seres queridos fueron presentados como supuestos delincuentes dados de baja en un operativo militar.
“La intención nunca fue capturarlos (…), iban a morir, porque una captura no le servía al Ejército”, afirmó el compareciente Calderón Salazar sobre este primer caso. Agregó estar seguro de que las víctimas de este caso “no fueron bajas en combate (…), hubo exceso de fuerza y las granadas les fueron puestas (a las víctimas)”, dijo.
Asesinato en Ambalema
El segundo hecho corresponde al de las víctimas Cristian Camilo Rojas Morales, Heliodoro Parada Urueña y Arcesio Lozano Arrahonda, quienes fueron asesinados el 18 de diciembre de 2006, en la vereda Palmarosa, de Ambalema, Tolima.
“El Ejército siempre exageraba en el gasto de munición. Un combate dura cinco o máximo 15 segundos (…). En este caso, hubo muchos disparos (sobre las víctimas) porque todos dispararon”, fue la respuesta de Calderón ante la pregunta de los familiares de las víctimas por el nivel de sevicia en los hechos. Calderón también reconoció que la escena del crimen fue modificada.
“A las víctimas les quiero pedir perdón por no haber evitado este tipo de hechos atroces. Entiendo que es muy difícil perdonar una situación de estas (…). Sé que lo que se hizo no tiene perdón”, expresó Calderón a las víctimas.
Asesinato en Alvarado
En otro de los casos, correspondiente a los homicidios de Marco Antonio Quiroga y Álvaro Enrique Rodríguez Buitrago, perpetrados el 12 de enero de 2007, en la vía que conduce de la vereda Laguneta a la vereda la Tigrera, de Alvarado, Tolima, Calderón Salazar reconoció su responsabilidad, “quiero decirle a la sociedad que estas personas fueron víctimas de un engaño por parte del Gaula y de los organismos que tenían que velar por su seguridad y bienestar”.
Asesinato en San Luis
En otro hecho, se narró el asesinato de José del Carmen Escorcia Marimón y Humberto Junior Escorcia Manotas, cometido el 24 de mayo de 2008, en la vereda Luisa García, de San Luis, Tolima. Calderón Salazar se dirigió a los familiares de las víctimas de este hecho y reconoció que José del Carmen Escorcia Marimón y Humberto Junior Escorcia Manotas “no hacían parte de ningún grupo al margen de la ley y fueron engañados por el Gaula Tolima”. Afirmó que, dentro del Gaula Tolima, "era imposible no saber" que estos hechos eran ilícitos.
Asesinato en San Bernardo
En la diligencia de reconocimiento se abordó también el caso del homicidio de Cristóbal Bocanegra Rodríguez, el 20 de junio de 2007, en la vereda Alto La Garrapata, corregimiento San Bernardo, de Ibagué, Tolima. Sobre este hecho, Calderón Salazar reconoció su responsabilidad por el homicidio de Cristóbal Bocanegra Rodríguez. Luz Marina, hermana de la víctima tomó la palabra para decirle a Calderón: “Que Dios lo perdone, que sea él quien le perdone todo el daño que causó. Usted no solo mató a mi hermano, sino que mi madre murió del corazón por la muerte de su hijo, que no pudo superar”. “él no era un guerrillero ni un extorsionista", dijeron.
En esta Audiencia de Seguimiento al Régimen de Condicionalidad, el exagente del extinto DAS, Giovanny Calderón Salazar, finalizó con las siguientes palabras que dirigió a los familiares de Cristóbal Bocanegra, como al resto de familiares de las otra víctimas.
“Señor Bocanegra, usted no debió haber enterrado a su hijo y menos por causa mía (...). Le pido a Dios que me perdone y ustedes también. Entiendo si no lo hacen (…). Haré lo humanamente posible y lo que la JEP me permita. En verdad, perdónenme, me siento arrepentido”.
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