Región
La historia de un fallido operativo contra dos ancianos en Ibagué
Imágenes suministradas, de la cámara de vigilancia del sector en Villas del Gualará.
Eran las 3:00 de la madrugada. Darlay Arturo y Mabel dormían. Hasta que un estruendo de cataclismo sacudió su casa. En medio de la oscuridad y gritos ensordecedores, emergieron cañones de pistola que les apuntaban. Los dos ancianos, atónitos, no entendían lo que ocurría. El miedo se apoderó de ellos. Sobrevino una de las peores noches de sus vidas.
Los hechos narrados ocurrieron en la madrugada del pasado miércoles 6 noviembre en el barrio Villas del Gualará en Ibagué. Se trata de un fallido operativo que realizó personal de la Policía Nacional, que irrumpió de manera abrupta en la vivienda de dos ancianos, donde supuestamente funcionaba un expendio de drogas o estupefacientes.
Esos dos ancianos son Darlay Arturo Londoño, un recordado músico de 72 años, y su esposa Mabel Caña Ladino, de 65. Una grave equivocación de la Policía les cambió la vida hace apenas unos días.
El paso a paso
Cámaras de seguridad del sector muestran que a las 3:06 de la madrugada de ese miércoles comenzó el despliegue de uniformados en los alrededores de la casa 18 manzana 3. De varias camionetas descendieron por lo menos una docena de policías y empezaron a rodear el predio.
El follaje de un árbol obstaculiza la visión del momento cuando irrumpen los uniformados en el predio. Pero se escucha cuando tumbaron la puerta de entrada. Ingresaron a la vivienda con pistolas en mano. Sólo hallaron a dos personas en una de las habitaciones: Darlay Arturo y Mabel, a quienes encañonaron.
“Nos sacaron de la habitación a punta de pistola hasta la sala. Luego dijeron que alguno de los dos los acompañara a revisar la casa. Mi señora lo hizo y yo salí a hablar con un capitán. Nos dio una maluquera horrible, no sabíamos qué hacer, mostraron una orden allanamiento y empezaron”, cuenta Darlay Arturo.
A partir de ahí comenzó uno de los peores momentos de la noche. Los dos ancianos veían cómo los uniformados ponían la casa “patas arriba”.
“Nos revolcaron toda la casa, sacaron la ropa interior de los cajones, levantaron los colchones, la puerta la arañaron, dañaron las cortinas, iban arrancando la fachada. Y lo peor, todavía ni siquiera sabíamos qué estaba pasando”, agrega Darlay Arturo.
Así quedó la puerta forzada en la vivienda de Darlay Arturo y Mabel.
Pasaron los minutos y nada encontraban. Seguía la pesquisa y las drogas no aparecían. Tal vez la marihuana estaba camuflada en los colchones. Quizá la cocaína la escondían en algún cajón. Eso pensaban los policías. Pero nada hallaron. Cuando se dieron cuenta del error, el capitán ordenó detener el allanamiento.
“Le dije al capitán que debían haber hecho un seguimiento, una mejor inteligencia. No pueden hacerle eso a gente de bien. Es indignante que atropellen así al ciudadano de a pie, cuando están para protegerlo. Me pidió disculpas y me pasó dos billetes de 50 mil pesos para que arreglara la puerta”, asegura el anciano.
El operativo tardó casi dos horas, según recuerda Darlay Arturo. Pero las secuelas del desagradable episodio siguen latentes.
“Al otro día tuvimos que irnos para la USI de Picaleña porque nosotros somos hipertensos y nos sentíamos muy mal. Se nos alteró la tensión. Desde ese día hemos estado muy mal de los nervios, yo siento una presión muy maluca en el pecho. Nada ha vuelto a ser igual”, reconoce.
Darlay Arturo y su esposa ahora duermen a cuenta gotas. Despiertan varias veces en las noches. Todavía sienten los cañones apuntándoles.
¿Qué había detrás del fallido operativo?
El operativo estuvo a cargo del Departamento de Policía Tolima, según fuentes de la institución consultadas. Un equipo traído desde El Espinal habría llegado hasta Ibagué para realizar el operativo, fundado en una falsa acusación contra los ancianos.
De acuerdo con la versión que le entregó el capitán a cargo del operativo a Darlay Arturo, recibieron información sobre un “tipo muy peligroso” que ingresaba y salía de su vivienda. Él le contestó al oficial que nadie salía o entraba de su casa y mucho menos un delincuente. Que él y su esposa vivían solos.
En lo que ha podido recordar, Darlay Arturo infiere que se pudo tratar de la acusación de unos viejos vecinos que tenían un expendio de drogas cerca de su casa. Dichos vecinos habrían pensado que él los había denunciado y decidieron incriminarlo con las autoridades. Aprovecharon una pequeña venta de cigarrillos que tiene en su casa para sembrar dudas sobre él.
“Dijeron que era un caso que venía de El Espinal desde el año pasado. El capitán me dijo que por ahí podía venir la vaina. Pero el daño ya está hecho. Duele porque uno es gente honrada y qué van a pensar los amigos o vecinos”, lamenta.
Es decir, a la pareja de ancianos les allanaron su casa, al parecer, por un chisme sin ningún fundamento. Darlay Arturo tocó con recordadas agrupaciones como Silva y Villalba o Garzón y Collazos. De hecho, tiene con su hermano una llamada Los Hermanos Londoño. Por lo que resulta incomprensible la confusión.
Lo que viene ahora
El reconocido abogado Joaquín Torres decidió representar a la pareja afectada. El jurista asegura que se trata de una indignante injusticia basada en el clasismo, por lo cual considera demandar a la Policía Nacional; entre otras cosas, por vulnerar el derecho fundamental a la honra y el buen nombre.
“Están midiendo entre pobres y ricos. Si es un rico el operativo es con mucho cuidado para no ir a meter las patas, pero si es un pobre le caen y le desbaratan la casa y se van. Si el operativo es en El Vergel entonces las verificaciones sí son muy juiciosas, pero como es un barrio popular con una denuncia anónima ya arman el operativo”, manifiesta Torres.
Según el abogado, este no es el único caso de este tipo que conoce en Ibagué. Afirma que tiene información de otros operativos sin ningún fundamento en otros sectores populares.
“Eso pasa hartísimo, no es un hecho aislado. Cada rato hacen allanamientos así, y eso no es correcto. Deben primero hacer verificaciones muy juiciosas y cumplir con medidas muy estrictas”, enfatiza.
Para él, se vulneró gravemente el artículo 225 del Código de Procedimiento Penal que establece las condiciones adecuadas para realizar un allanamiento. Ahora vendrá el proceso de conciliación y más adelante el momento de radicar la demanda.
El Cronista.co consultó a la oficina de prensa del Departamento de Policía Tolima para conocer su pronunciamiento sobre los hechos expuestos en este informe. Hasta el momento de esta publicación, la institución no había respondido.
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