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Eduardo Bejarano perdió definitivamente su demanda en contra del Ibal

Eduardo Bejarano perdió definitivamente su demanda en contra del Ibal

El exgerente del Ibal, Eduardo Bejarano, perdió en segunda instancia su demanda en contra de la Alcaldía de Ibagué por el retiro de su cargo en la administración de Luis H. Rodríguez. Bejarano estaba a la espera del reconocimiento y pago de los salarios que habría dejado de recibir, los cuales ascenderían a 40 millones de pesos.

Bejarano, que ya había recibido un revés en primera instancia a sus intenciones por parte del Tribunal Administrativo del Tolima en el 2014, fracasa definitivamente luego de la respuesta en segunda instancia del Consejo de Estado.

El 1 de enero del 2012 el entonces alcalde Ibagué, Luis H. Rodríguez, nombró a Eduardo Bejarano como gerente de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Ibal. En agosto de ese año el alcalde le solicitó la renuncia protocolaria a todo su gabinete y así lo hicieron todos, menos Eduardo Bejarano, quien estaba en una comisión en Bogotá.

Bejarano volvió de su comisión y dilató su renuncia. Finalmente, el 5 de septiembre puso a disposición del alcalde su cargo. El alcalde declaró insubsistente tácitamente al Bejarano el 19 de septiembre de ese año. Hasta ahí todo llevaba su trascurso normal.

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Según los argumentos de Bejarano para su demanda, su desvinculación no buscaba el mejoramiento del servicio ya que él habría cumplido con sus funciones, no habría cometido faltas disciplinarias ni recibido llamados de atención. Así las cosas, su remoción del cargo obedecería a “una decisión caprichosa, arbitraria e injustificable.”

El segundo argumento de Bejarano era que no se había realizado la anotación en su hoja de vida sobre los motivos que dieron lugar a la insubsistencia de la que fue objeto.

Finalmente, Bejarano aprovechó para irse lanza en ristre en contra de Carlos José Corrales, su reemplazo en el Ibal, de quien dijo que tenía una hoja de vida de menores méritos que los suyos.

El Tribunal Administrativo del Tolima, en contra de las pretensiones de Bejarano, contestó, primero, que el cargo de gerente del Ibal es de libre nombramiento y remoción, y segundo, que el alcalde Luis H. sí habría dejado constancia en la hoja de vida del demandante.

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Igualmente, se señaló que el señor Carlos José Corrales, quien fue nombrado en su lugar frete al Ibal, cuenta con una hoja de vida que supera la del exgerente demandante en cuando a experiencia laboral y condiciones para desempeñar el cargo, por lo cual no se configuraría el desmejoramiento en la prestación del servicio que argumentaba Bejarano.

Ambas decisiones fueron ratificadas por el Consejo de Estado en la decisión que se conoció en los últimos días y que deja a Eduardo Bejarano con las manos vacías.

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