En esta época del año, al Cañón del Combeima y El Totumo empiezan a arribar bandadas de águilas cuaresmeras provenientes de Estados Unidos y Canadá. Por ese motivo, las autoridades ambientales del Municipio están adelantando labores de vigilancia y control para evitar que cazadores interrumpan la ruta migratoria de estas aves.

Según Marco Emilio Hincapié, secretario de Gobierno, la caza de águilas cuaresmeras es un delito tipificado en el Código Penal, motivo por el cual quienes atenten contra esta especie podrán ser objetos de detención en centro carcelario y recibir sanciones millonarias.

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“Quienes cometan este delito incurrirán en una falta al artículo 328 del Código Penal, en donde se declara ilícito el aprovechamiento de los recursos naturales renovables como la fauna”, aseguró el funcionario. 
“Las personas pueden obtener penas que van de 4 hasta 10 años de prisión por cazar estas aves. Además, podrán recibir multas de hasta 35.000 salarios mínimos diarios legales mensuales vigentes”. 

Como parte del control realizado por las autoridades, durante las últimas 3 semanas se han realizado actividades de sensibilización con los habitantes del Cañón del Combeima y El Totumo acerca de la importancia de proteger la fauna silvestre. 

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Las águilas cuaresmeras son aves que recorren entre 10.000 y 12.000 kilómetros desde Norteamérica hasta Suramérica en tan solo 2 meses. Esta especie llega cada año al departamento del Tolima como parte de su recorrido migratorio. 

Hincapié resaltó que la caza de estos animales se debe a la falsa creencia de que la carne de estas aves tiene sabor similar al pescado y posee cualidades que benefician la salud de quien las consume. 

“Nosotros vamos a proteger toda la fauna que habita o pasa por nuestros territorios. Por eso ya tenemos un plan articulado con la Policía Ambiental para adelantar las investigaciones correspondientes y determinar si hay presencia de cazadores en el sector”.