Política
Una invitación desacertada del senador Santos
Con la misma cordialidad, reverencia e inclinación que le hizo el senador liberal Guillermo Santos, la invitación a Jesús María Botero, para que participara en las listas de ese partido al Congreso de la República, lo ha debido de hacer también con Jorge Tulio Rodríguez y Luis H. Rodríguez para que completara el trío.
Aunque un poco tarde este comentario, aprovechamos los sucesos de las últimas horas de los escarceos que hace el liberalismo para integrar listas al Senado y Cámara de Representantes. Nos asalta el temor que las afujías de sumar votos para las próximas elecciones, hace cometer errores a sus dirigentes como el del Senador Santos. Pensamos que una lista de candidato se hace más solida y fuerte en la medida que sus integrantes responda a las expectativas de los electores de encontrar personas probas y que puedan demostrar su transparencia en su vida pública, además de sus capacidades para proponer soluciones y proyectos reales de desarrollo a los ingentes problemas que tiene el Tolima y su capital.
En el caso del exalcalde Botero, sucede todo lo contrario. Como lo comentamos en escrito anterior, fue ungido por Jorge Tulio para que lo reemplazada en su polémica alcaldía, y también salió afrontando problemas de corrupción en su administración y fue suspendido por la Procuraduría por 10 años para desempeñar cargos públicos. (Ver: "Los Trillizos", también gobernaron con Luis H)
Eso de que un fallo dudoso de la misma Procuraduría, en las últimas horas del nefasto Alejandro Ordoñez, a través de la encargada Martha Isabel Castañeda, haya levantado la sanción que pesaba contra Botero, no demuestra su inocencia. Lo mismo sucedió con Mauricio Pinto, el hombre de confianza del gobernador Barreto, reconociendo que este fue sancionado por fallas en su desempeño como empleado público al promover candidaturas al Congreso, mientras que el exalcalde fue por meterle la mano al presupuesto de Ibagué.
No existe explicación alguna para tan absurda invitación por parte del presidente del directorio Liberal Departamental, en términos tan incomprensibles, acepte una absolución sospechosa de un personaje que le debe muchas explicaciones a la capital del Tolima por la corrupción que campeo en su administración; hoy, favorecido por un laudo liviano jurídicamente, proyectado por las élites permeadas por la putrefacción de un exprocurador cuestionado en diversos sectores por sus malos procederes.
No podemos ser tan ingenuos para creer en inocencias compradas, mi apreciado Senador.
¿Con qué argumentos el liberalismo podrá presentar unas listas con elementos tan cuestionados, cuando uno de los puntos principales en las próximas elecciones será la lucha contra la corrupción?
¿Con qué autoridad moral se puede pedir el voto de los ciudadanos honestos que consideran que la corrupción es el peor lastre que tiene el país, y que le ha hecho más daño que la guerrilla y los paramilitares juntos?
¿La dirigencia liberal del Tolima, no se da cuenta que el país está hastiado de tanta corrupción, y que, con esos apoyos que están buscando van rumbo al despeñadero?
Declaraciones como: “Si el doctor Jesús María Botero va a ser candidato al Congreso de la República, bienvenido. Como presidente de la Dirección departamental Liberal no tendría ningún veto, porque la misma Procuraduría lo absolvió y lo dejó absolutamente habilitado para jugar su nombre a cualquier corporación pública.
“El partido Liberal tiene las puertas abiertas y estaremos atentos a trabajar, para procurar sacar adelante a este partido”, fueron las manifestaciones del congresista Santos, al diario el Nuevo Día (18 de enero de 2017), afirmaciones que indignan a liberales y personas con o sin partido honestas que rechazan la corrupción y el mal gobierno.
Reconocemos en el Senador Guillermo Santos a una persona transparente, que ha realizado un trabajo serio como congresista, que ha participado y gestionado la aprobación de más de 125 leyes en beneficio del agro, asuntos laborales y temas económicos. Igualmente, su firmeza ideológica liberal y su lealtad a su tendencia política dentro de ese partido durante toda su vida. Por eso, nos extraña sobremanera, esta invitación a Botero.
Estos candidatos como Kiko Gómez en la Guajira, podrán comprar conciencias y votos, pero no podrán doblegar la decisión de los ciudadanos que han comenzado despertar y la dignificar el ejercicio de la política.
En política es preferible quedarse solo defendiendo principios, y no mal acompañado tras unos votos de conveniencia y oportunistas.
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