Política
Rubén Darío Correa, el personaje de la oposición 2020
No hay nada más odioso y excluyente y hasta ominoso que los excesos y abusos del poder político. Y hay de todos los variopintos.
El Tolima no ha sido la excepción de las hegemonías políticas, la mayor parte de su historia ha estado sometido a ellas, y por lo regular los resultados que esas supremacías políticas le han dejado al departamento han sido nefastos.
En esos periodos se ha profundizado el atraso, porque el clientelismo y la politiquería que son el germen de ese poder absoluto, han hecho estragos en el departamento.
El 2020 marcó una etapa crucial para Ibagué y el Tolima porque apareció en escena una nueva hegemonía política denominada el ‘barretismo’, conocida así por el apellido de origen de su máximo líder e inspirador, el exgobernador Óscar Barreto Quiroga.
El barretismo es hoy el grupo político que atesora todo el poder público en el Tolima. Su control es absoluto. Y entonces, surge la pregunta obligada: cuenta esta ‘casa política’ del barretismo con una oposición fuerte?.
En aras de la verdad esa oposición poco se siente, además porque algunos de los que podrían hacerla han sido cooptados por el poder avasallador del barretismo. En ese análisis quizás quien ha sobresalido en ese papel, ha sido el concejal Rubén Darío Correa.
Ha sido un opositor con agallas, por eso es otro de los personajes destacados en 2020 por El Cronista.co.
Nos parece que su trabajo en el Concejo municipal ha sido sobresaliente y el único que ha brillado con luz propia e independencia frente a una coalición de gobierno sumisa y obediente a las componendas, las lisonjas, los contratos y los puestos como es costumbre en estos casos.
En contravía a todo lo que se pensaba, Correa, hasta el momento, con lo demostrado en denuncias y malos procederes de la administración local que atentan contra la transparencia y la pulcritud, especialmente en materia de contratación estatal y sospechosos manejos administrativos del alcalde Hurtado, ha marcado una diferencia enorme entre los restantes 18 concejales, salvadas excepciones de uno, o tres más. Y precisamente, eso es lo que valoramos, que una sola golondrina se atreva a poner en su sitio lo que está mal hecho.
Sin embargo, no desconocemos la tarea que hayan cumplido otros integrantes de la oposición en otras corporaciones como el diputado Renzo García en la Asamblea Departamental, los escarceos que intentan hacer los liberales, los de Cambio Radical, incluso Milton Restrepo del Centro Democrático.
Valoramos la misión que cumple la oposición como un contrapeso en cualquier Estado democrático, que sirve para fortalecer los medios de control político, los desmanes, y los actos de corrupción de cualquier gobierno, además de plasmar los derechos de representación que deben tener las minorías consagrados en nuestras leyes, entre otros.
Por eso, la titánica labor que cumplen los consecuentes luchadores de la oposición, sean de la divisa que fueren, merecen nuestro respeto y reconocimiento como una tribuna del pensamiento y la filosofía liberal, entendido este como una expresión de libertad individual y colectiva de cualquier ser humano o de la sociedad, más no de un directorio o partido político.
- (Lea también: Andrés Hurtado, el gran rajado en el Tolima 2020)
Para ser más exactos, invocamos al historiador y filosofo francés Voltaire, en su conocido pronunciamiento de: "Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo".
Y es precisamente esa escuela del pensamiento libre y democrático, la que acogemos para celebrar que existan corrientes del pensamiento distintas, que dentro del debate y la lucha ideológica, se conviertan en el motor del desarrollo social e histórico de la sociedad.
No otra cosa, nos motiva a reconocer en Rubén Darío Correa, al hombre que estuvo a la altura de las circunstancias, que cumplió con su deber y que ojalá mantenga ese ánimo y compromiso, en la seguridad que mejores días estarán por llegar.
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