Sin duda, la semana que concluye dejó los primeros damnificados en el campo político por la llamada caza de votos en el departamento. Son ellos: la Senadora Rosmery Martínez, de Cambio Radical (CR) y Carlos Edward Osorio, del partido de la U.

El ingreso a la pesca de votos de Germán Varón Cotrino, bajo el amparo del exalcalde de Espinal,  Mauricio Alvarado, oficializa la ruptura de CR en el Tolima y, de paso, un golpe a las aspiraciones de la Senadora Rosmery de repetir curul. Es innegable que los votos, no se saben cuántos, que alcance a conquistar Alvarado para Varón Cotrino, se le restaran a la hermana de Emilio Martínez, jefe de ese movimiento.

Y para iniciar este trabajo, los contradictores de la familia Martínez Rosales, tienen al menos tres cosas a su favor: en primer lugar, el desgaste natural tanto político como orgánico que han sufrido los tradicionales dirigentes de CR en la región por los largos años dirigiendo este movimiento sin resultados notorios que puedan mostrar en beneficio del desarrollo del Tolima; el segundo, la poca actividad legislativa y de gestión de la Senadora Martínez, salvo la polémica condecoración a su peinador y estilista Norberto, hecho que se le convirtió en bumerán para su actividad política, sobre todo en el voto de opinión, si es que CR lo tiene; y tercer lugar, la débil lucha contra la corrupción frente a la administración del nefasto Luis H. Rodríguez, de cuya administración formaron parte hasta el final, inclusive apoyando al candidato para sucederlo (Toledo) hasta la víspera de las elecciones, cuando dicen que se le voltearon. Bueno, pero este problema de la corrupción en CR no es solo local o regional, es nacional como todos lo sabemos y, que también, lo tienen casi todos los partidos, para ser justos.  

De todas maneras, el electorado de Mauricio Alvarado, punta de lanza de Varón Cotrino en el Tolima, es desconocido hasta el momento y solo hasta cuando se cuenten los votos se sabrá cuántos tendrá. Sin embargo, la lista de CR tendrá otro ingrediente de corrupción, la encabezará otro personaje cuestionado por la opinión y que forma parte de los famosos "Trillizos", Jesús María Botero, que pueda que tenga plata para comprar votos, pero no a todas las consciencias.

Los de la U

En cuanto a las aspiraciones de Senado de Carlos Edward Osorio, por la U, el ingreso de Roy Barreras, a la sobra del Representante a la Cámara, Jaime Armando Yepes, le complica la situación.

Barreras, es un varón electoral, tiene más peso político nacional que nuestro coterráneo y una imagen más reconocida por las acciones realizadas a este nivel. Yepes se buscó un buen padrino, hay que reconocerlo.

Esta situación, es fruto del eterno enfrentamiento que ha existido entre el grupo de Osorio y el exalcalde de Ibagué Jorge Tulio Rodríguez con Yepes.

Aunque existan circunstancias y diferencias frente a CR, especialmente en el trabajo del Congreso, donde es más sobresaliente en de Osorio frente a Rosmery, de todas maneras, la llegada de Barreras a buscar votos, también perjudica a Osorio.

No olvidemos que en las elecciones pasadas al Congreso (2014), se registraron cerca de 350 mil votos para el Senado de los cuales tan solo 66 mil fueron para candidatos nuestros: Guillermo Santos Marín (41 mil) y Juan Mario Laserna (25 mil), uno liberal y el otro conservador, ambos se quemaron. Después por razones distintas a los guarismos electorales, pudo ingresar el Senador Santos, mientras a Rosmery Martínez, la salvaron la apreciable cantidad de los sufragios que le consiguió por fuera del Tolima, Vargas Lleras.

Esto nos indica que el Tolima es un departamento con muchos votos para el Senado pero sin Senadores. Los 284 mil votos que capturaron  los cazadores de votos, habrían servido para sacar cerca de tres senadores, pero infortunadamente, la plata de los foráneos hace más efectos que la de los nativos. Y este es uno de los dilemas que tienen que enfrentar todos los que aspiran a una curul al Senado en esta región.

El Tolima es un buen territorio para este tipo de cacería. ¿Nos conteñisamos?