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“Los políticos tradicionales son los beneficiados con la pobreza en el Tolima”: Guillermo Pérez

“Los políticos tradicionales son los beneficiados con la pobreza en el Tolima”: Guillermo Pérez

Por: Alejandro Hernández 


El nombre de Guillermo Pérez irrumpió de nuevo en el panorama político tolimense, en estas elecciones legislativas que tendrán su desenlace el próximo 13 de marzo. A muchos les sorprendió que regresara al ruedo electoral uno de los tolimenses que alzó la bandera del Nuevo Liberalismo, en la década de los 80.

Con el renacer del partido, otrora liderado por Luis Carlos Galán, también salió a flote de nuevo la figura de Guillermo Pérez. Fue concejal de Mariquita y diputado del Tolima, entre 1982 y 1990. Después se dedicó al análisis de la política, a los estudios sociales y al periodismo. Si bien estuvo alejado del ruedo electoral, nunca fue ajeno al acontecer político de la región.

Para estas elecciones, con la bandera de los veteranos del Nuevo Liberalismo, se le otorgó a Guillermo Pérez un protagónico cuarto puesto en la lista cerrada de ese partido al Senado de la República, que encabeza la periodista Mabel Lara.

Pérez Flórez, oriundo de Mariquita, comparte los primeros lugares de la lista con nombres reconocidos, además de Mabel Lara, aparece la académica y analista internacional, Sandra Borda; la defensora de derechos humanos Yolanda Perea, el actual concejal de Bogotá, Carlos Fernando Galán y el exDefensor del Pueblo Carlos Negre.

Luego entonces, estar en el 4o cuarto lugar de la lista cerrada, las probabilidades que tiene Guillermo Pérez de llegar al Senado son altas.  

En medio de la campaña se ha destacado como uno de los pocos candidatos tolimenses al Senado, que no hace parte de los partidos tradicionales. Con una campaña austera, ha marcado la diferencia con otros candidatos que han empapelado el departamento del Tolima de Planadas a Murillo, y que han aceitado las maquinarias políticas del clientelismo y la politiquería.

En dialogo con El Cronista.co, Pérez explicó sus propuestas, se mostró preocupado por las condiciones socioeconómicas del Tolima, criticó al grupo político hegemónico en el departamento y aseguró que es la única alternativa que puede hacerle contrapeso a esos sectores tolimenses en el Senado.

El Cronista.co: La campaña entra en su recta final, faltan dos semanas para las elecciones. ¿Con qué se encontró en estos dos meses de campaña mientras recorría los municipios del Tolima?

Guillermo Pérez: Me he encontrado con mucho escepticismo hacia la política, con un sentimiento generalizado de inconformidad, de falta de confianza, de falta esperanza. Mucha gente no quiere saber nada de la política. Lo otro que me he encontrado con mucha preocupación, es la pobreza, la miseria; en municipios como Purificación, Rovira, Ambalema.

EC: ¿Qué le dicen los tolimenses cuando se acerca a hablar con ellos?

GP: En Ambalema, por ejemplo, hice una exposición sobre la importancia de ese municipio para el turismo, la historia, la cultura; que había que rescatar La Factoría, la Casa Inglesa. Después de ese discurso, una señora me pidió la palabra y dijo que mejor tumbáramos todos esos ranchos viejos y e hiciéramos viviendas de interés social. Es decir, hay tanta ira, que la gente piensa que defender esos ranchos viejos, que son patrimonio histórico, es menos urgente.


Yo no tengo votos, y no me da pena decirlo. Yo no soy político profesional. Me llamaron hace dos meses para invitarme a hacer parte de la lista, que es un orgullo integrarla”.


EC: Será que la gente tiene problemas más apremiantes, y pensará que los temas históricos y culturales pueden esperar…

GP: Por supuesto, la gente cómo va pensar en el patrimonio histórico, si ni siquiera tiene para comer. Por eso también me ha impactado que la gente está dispuesta a vender su voto por cualquier cosa. Me han preguntado directamente qué les ofrezco por el voto.

EC: ¿Y usted qué les responde?

GP: Lo único que les puedo ofrecer es que mis manos permanecerán limpias, que no me verán en ningún torcido, en ningún escándalo; que vamos a sacar adelante este departamento; eso se los puedo asegurar. Pero les digo que no les puedo ofrecer tamales, cemento, tejas, nada, y algunos se molestan.

EC: Podrían llamarse a estas, las elecciones del hambre…

GP: Sí, son las elecciones del hambre. Por eso es que no soy tan optimista sobre un gran cambio, sobre una renovación en el Congreso. La pobreza, el desempleo, son funcionales a las maquinarias, a los clanes. Para el político tradicional, entre peor estén las cosas, mejor; porque la gente va a depender más de ellos, de los recursos públicos. Por eso hay miedo.

EC: ¿Miedo a qué, a los políticos?

GP: En Purificación nos enviaban mensajes secretos, diciendo que no podían asistir a nuestra reunión, porque los estaban vigilando. Que no podían asistir, porque debían ir a otra reunión de (Óscar) Barreto. La gente tiene miedo. Nos hemos reunido con contratistas de la Alcaldía de Ibagué, pero a puerta cerrada, porque los están obligando a entregar listas y llevar hasta 20 personas a las reuniones.


“El Tolima está en riesgo de que se instaure una dictadura política, una hegemonía absoluta”.


EC: Usted ha sido muy crítico del ‘barretismo’ en medio de la campaña. ¿Usted cree que se están utilizando dineros públicos para financiar sus campañas?

GP: Por supuesto. Hay una gran influencia de dinero público, de maquinaria, de utilizar contratistas, de presionar a funcionarios que tienen contrato por prestación de servicios, para impulsar esas campañas con clientelismo y politiquería. Las maquinarias están salidas de control, sin ningún escrúpulo.

EC: ¿Qué opina de las Órdenes de Prestación de Servicios?

GP: Las órdenes por prestación de servicio se volvieron un modelo actual de esclavitud. Por eso vamos a proponer desde el Congreso, que las personas que lleven más de dos años por órdenes de prestación de servicios, en una misma entidad, que pasen a la planta de personal. Hay que garantizarles estabilidad, para ver si así contrarrestamos la politiquería.

EC: ¿Es cierto que en la Alcaldía de Ibagué tienen contratadas a 1.700 personas por órdenes de servicio a seis meses?

GP: Tengo entendido que son 1.300 personas. Eso se multiplica por cuatro integrantes de cada familia, son más de 4.000. Con eso es que le llenan los espacios públicos a ‘Fico’ Gutiérrez y demás candidatos de ellos.


“Ese cuarto renglón en la lista que me dan es un reconocimiento a una trayectoria, a mantenerme leal a unos principios, con una causa política”


EC: ¿O sea que para usted el ‘barretismo’ es el gran beneficiado de esa pobreza que ha encontrado en el Tolima?

GP: Sin duda alguna. Pero no solo el clan Barreto. Los demás políticos tradicionales también. Es un estilo de hacer la política, de clientelismo, de abusar del poder, de cuotas burocráticas, que se ha apoderado del departamento y lo tienen sumido en la miseria.

EC: ¿Qué daño le hacen esas prácticas a la política y democracia?

GP: Hacen que las instituciones pierdan legitimidad, se pierde confianza en lo público. Y esa desconfianza genera violencia, marginalidad, pobreza, corrupción. El Tolima está en riesgo de que se instaure una dictadura política, una hegemonía absoluta.

EC: ¿En ese panorama qué rol juega Guillermo Pérez?

GP: Si Guillermo Pérez no sale senador, no habrá alternativa en el Tolima; no hay quien le haga contrapeso a esa hegemonía de los Barreto. Nadie va a venir de afuera a hacerlo. Por cosas del destino la vida me puso en esta situación, para tratar de hacerles contrapeso y tratar de que no haya una dictadura política. La democracia es pluralidad, y eso es lo que representamos nosotros.


“La propuesta de Ferro es populismo y oportunismo electoral. Está tratando de pescar en río revuelto, en medio de las emociones”


EC: Precisamente, ¿Cómo se dio su llegada de nuevo al Nuevo Liberalismo y en un puesto de privilegio en la lista?

GP: Yo no tengo votos, y no me da pena decirlo. Yo no soy político profesional. Me llamaron hace dos meses para invitarme a hacer parte de la lista, que es un orgullo integrarla. Ese cuarto renglón en la lista que me dan es un reconocimiento a una trayectoria, a mantenerme leal a unos principios, con una causa política. Estoy ahí porque los históricos del Nuevo Liberalismo, la vieja guardia, consideraron que yo debería ser la cuota de ellos.

EC: Hablemos de propuestas. ¿Si llega al Senado qué piensa impulsar?

GP: Primero, creo que debemos hacer una revolución ‘municipalista’. Eso significa dotar a los municipios de mayores facultades y recursos. Actualmente a los municipios le tocan son las migajas. Debemos trabajar por la descentralización, porque haya mayor autonomía territorial, porque a los municipios les toque un mayor porcentaje de recursos.

EC: Eso seguramente supone una reforma…

GP: Sí, una reforma política. En esa reforma política también voy a proponer que se eliminen los avales partidistas como requisito para poder participar en las elecciones municipales. Que los partidos puedan presentar sus candidatos, pero que los ciudadanos no necesiten obligatoriamente un aval de ellos. Los principales actores de una democracia deben ser los ciudadanos, no necesariamente los partidos. Los avales incluso se venden y eso deteriora hasta a los partidos.

EC: ¿Alguna propuesta en concreto para el Tolima?

GP: Tenemos que lanzarnos a revitalizar el campo. Tolima tiene casi la misma extensión de Israel, pero Israel no tiene ni el agua ni las tierras fértiles nuestras. Sin embargo, Israel produce el 90 % de la dieta alimenticia de su pueblo. Con una política agropecuaria, orientada a la producción de alimentos, el Tolima podría aumentar la frontera agrícola en un millón de hectáreas. Si no hacemos eso, vamos a seguir como Ibagué: primera en desempleo juvenil, segunda en desempleo en general y primera en carestía.

 


“Mis manos permanecerán limpias. No me verán en negocios torcidos. El Nuevo Liberalismo le está dando al Tolima la oportunidad de tener un senador”.


EC: Preguntas concretas para que los electores sepan cómo llegaría a votar en el Congreso. ¿Está de acuerdo con la despenalización de aborto que se acaba de aprobar; otro candidato tolimense ya propuso un referendo para revocarla?

GP: Esa propuesta de Ferro es populismo y oportunismo electoral. Está tratando de pescar en río revuelto, en medio de las emociones. Yo soy partidario de que la mujer pueda disponer de su cuerpo. En ese sentido soy partidario del aborto, pero me parece que la Corte fue desafortunada en fijar el límite hasta los seis meses. Me parecen muchos. Pero se debe analizar con mayor serenidad, no en una coyuntura electoral.

EC: ¿A favor o en contra del fracking?

GP: Soy adverso al fracking. Mientras se demuestre que no hace daño, es mejor no implementarlo. Y particularmente en zonas de mayor impacto ambiental como páramos, fuentes de agua. Otra cosa puede ser en zonas desérticas, donde no haya efectos ambientales.

EC: ¿Estaría de acuerdo con legalizar las drogas?

GP: Yo soy partidario de regular. Ese sería el término más apropiado. Debemos regular, para que el Estado pueda controlar, y no que el narcotráfico se consolide como un gran negocio. Hay que arrebatarles el control.

EC: ¿Está de acuerdo con bajar el sueldo de los congresistas?

GP: Todos los aspirantes del Nuevo Liberalismo tenemos firmado un compromiso de renunciar a privilegios como congresistas. Por ejemplo, no nos van a ver en camionetas blindadas, salvo casos extremos de seguridad. Soy partidario que se baje el salario. Si uno mira los estándares internacionales, los congresistas en Colombia están súper bien pagos.

EC: Finalmente, en esta ocasión hay varios candidatos tolimenses al Senado. ¿Por qué los tolimenses deberían votar por usted y no por ellos?

GP: Dos cosas les ofrezco. Primero que mis manos permanecerán limpias. No me verán en negocios torcidos. Y lo otro que les ofrezco es trabajar por esta tierra. El Nuevo Liberalismo le está dando al Tolima la oportunidad de tener un senador. Solo con marcar el logo del Nuevo Liberalismo, se vota por un tolimense.

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