Por  Sandra Rincón R.

Al finalizar su intervención por los canales de televisión, el gobernante fue consultado acerca del grado de responsabilidad que le cabe en el resultado de este importante evento eleccionario. Ante lo cual, se abstuvo de responder, dejando a los medios de comunicación con la interrogante.

Un poco más del 40% de los chilenos acudieron a las urnas este sábado y domingo, para definir quienes serán los constituyentes que tendrán la responsabilidad de redactar la nueva Carta Magna para esta nación, luego de luchas intensas sociales, que se iniciaron desde el llamado “estallido social” del 18 de octubre de 2019.

El mapa político dio un vuelco total, debido al triunfo de los movimientos sociales y de la izquierda “dura”, como así les llaman y que acoge, entre otros, al Partido Comunista.

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Así quedaron

Por lo pronto, el 99 por ciento de escrutinios, indica que la derecha, representada por la agrupación Chile Vamos, que integra a la UDI, RN y Evopoli, solo alcanzó 37 representantes, lejos de los 52 escaños, necesarios para influir en el contenido de la nueva Carta Magna. Le sigue con 28 escaños para la llamada Concertación (que la componen la Democracia Cristiana, Partido Socialista, Partido Radical y Partido por la Democracia -conglomerado similar al Partido Liberal de Colombia-;  25 escaños para el Partido Comunista, Frente Amplio, ecologistas y el Partido Verde.

Por su parte, la Lista del Pueblo logró sacar 24 integrantes que acogen los movimientos sociales que cobraron fuerza desde el llamado estallido social, 17 representantes para los pueblos originarios que representan a los Mapuches, Aymara y Rapanui, entre otros. Igualmente,11 representantes independientes no neutrales, que están ligados a la izquierda y, finalmente 13 independientes de la llamada Centro izquierda, para un total de 155 representantes.

Los grandes triunfadores de estos cambios políticos, son los llamados Movimientos Sociales, y los Cabildos autoconvocados, liderados por jóvenes, pobladores y ciudadanos, que han salido a las calles a luchar por una igualdad social en materia de educación, salud, trabajo, previsión social y vivienda, que han venido reclamando a la sombra de una dictadura impuesta desde 1973, cuando se tomó el poder el general Augusto Pinochet.

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A la par con estos resultados, los chilenos votaron por gobernadores, alcaldes y concejales, con la victoria de los sectores de izquierda (Partido Comunista, Frente Amplio y las llamadas Organizaciones Sociales), dejando a la derecha bastante distante de aspiraciones políticas mayores.

Los ganadores

Es el caso de la comuna de Santiago, un fortín político o como los analistas lo han llamado “la joya de la corona”, que siempre estuvo en poder de la derecha, ahora lo va a liderar en la alcaldía, Iraci Hassler Jacob, una mujer que saltó a la palestra política en el presente año, militante del Partido Comunista. Similar fenómeno se produjo en Viña del Mar y Valparaíso donde triunfó el Frente Amplio y en otras comunas de Santiago, como en Maipú y Ñuñoa.

Con estos resultados, se fortalece la oposición ciudadana, así como favorece las opciones presidenciales de Daniel Jadue, del Partido Comunista, quien fue reelegido por tercera vez como alcalde para una de las comunas más emblemáticas  de Santiago, como es Recoleta. Jadue podría sustituir a Piñera en la Presidencia de la República; otro beneficiado con el resultado de estos comicios fue Gabriel Boric, exdirigente estudiantil, quien representa al Frente Amplio, y quien ha venido haciendo un trabajo con las comunidades.

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Ahora bien, en lo que resta del año, se aproximan en noviembre las elecciones presidenciales, el inicio de actividades de la Convención Constituyente y las permanentes manifestaciones que se han venido dando desde el estallido social.

Efectivamente, ni la pandemia ni las medidas restrictivas del gobierno, han logrado disminuir ni mucho menos detener las huelgas y las protestas.

Sin embargo, la derecha podría buscar alianzas con los partidos de centro, en especial la Democracia Cristiana, para tratar de aminorar el gran avance de las fuerzas de la izquierda.