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Política

El partido Liberal del Tolima, un buey viejo y cansado

El partido Liberal del Tolima, un buey viejo y cansado

Esta foto demuestra que nada ha cambiando en el partido Liberal desde hace más de 30 años.

Por: Humberto Leyton


La reciente convención Liberal del Tolima, ratificó una vez más que esa agencia política es un buey viejo y cansado, cada vez más arrugado y lento al andar, donde los años arrumaron a su dirigencia que continua aferrada a permanecer poniéndole cataplasmas a un animal que no se quiere mover.

Del otrora partido de mayorías y de decisiones históricas, no quedan sino los recursos y las añoranzas de un moviente que era referente ideológico y programático por donde pasaban los proyectos de desarrollo social, económico, jurídico y cultural del país. 

La asamblea de liberales que se desarrolló el pasado sábado cinco de octubre, en el auditorio de Comfatolima es la repetición que las mismas que se viene realizando desde hace más de 25 años, donde participan las mismas personas con los mismos propósitos. No se ven caras nuevas mucho menos propuestas que trasciendan el ámbito de la mera mecánica política propia de estos eventos. Nada que prometa cambios o transformaciones.

Hay mucho liberalismo pero no hay partido, como se ha repetido tantas veces. El partido sufre de una catalepsia política, está vivo pero muerto a la vez, es un cuerpo inmovilizado que solo obedece a intereses que promuevan y defiendan sus dirigentes para provecho propio. 
Y eso fue lo que se repitió en la pasada convención liberal del Tolima, donde lo único nuevo que surge es un enfrentamiento no declarado entre Mauricio Jaramillo y Olga Beatriz González, pero no por cuestiones ideológicas o programáticas, sino por nombramientos, contratos y minucias políticas. Algunos dicen que esta supuesta pelea obedece más a una estrategia electoral para mantener la curul en la Cámara de Representantes, antes que una división real. 

Entretanto, a Camilo Delgado, ninguneado varias por su propio partido y su dirigencia, lo eligen como Veedor, un cargo más decorativo y simbólico, donde no tiene poder de decisión política alguno. Un premio de consolación que simplemente lo pone a figurar en casos de discordias administrativas o disciplinarias internas. Teniendo en cuenta que el directorio Liberal del Tolima prácticamente poco actúa y permanece anónimo, el trabajo de Delgado será muy poco. 

En cuanto a las cabezas visibles y de representación legal de la divisa roja, tenemos que el médico Jorge Eduardo Casabianca, elegido presidente del directorio Departamental, es un excongresista que intentó reelegirse sin éxito hace cerca de 25 años. Es un discreto veterano líder sin mucho arrastre de masas.

Algo similar pasó en la presidencia del directorio Municipal de Ibagué, fue nombrado el concejal Javier Mora, un sibilino personaje que pese a aparentar ser más joven que Casabianca, tiene más resabios politiqueros que los viejos. Que se sepa, desde el funesto exalcalde Luis H. Rodríguez, Mora ha sido un aliado incondicional de los exalcaldes Guillermo Alfonso Jaramillo, Andrés Fabián Hurtado y ahora de Johana Aranda, y a cambio ha recibido puestos y contratos. Le da la mismo servirle a Dios que al diablo. Y algo más, en las campañas al congreso los pocos votos que pueda tener, los vende o negocia con senadores de fuera del Tolima, también por los mismos favores de los exalcaldes. Algo parecido al “Choco” en el partido conservador, nunca vota por los nuestros sino por los de afuera. En este negocio se ganan sus milloncitos. 

En esta convención liberal no faltó algo que es natural en la política: la deslealtad, la ingratitud y el desagradecimiento. No invitaron ni como delegado especial al conocido dirigente Liberal del suroriente del Tolima Gentil Gómez, quien les puso más de 13 mil votos en las pasadas elecciones para sacar el umbral y poder elegir a Olga Beatriz González  en la Cámara de Representantes, mientras si invitaron en tal condición a un excandidato de la alcaldía de Planadas, que ha estado en diversos movimientos y con sumario y problemas judiciales encima. 
Y por último, los delegados elegidos para participar en la convención nacional del liberalismo en Cartagena, que se realizará los días 14 y 15 de noviembre, bajo la batuta del desprestigiado expresidente Liberal César Gavia, serán invitados de piedra. El partido anunciara cambios y transformaciones para continuar lo mismo. 

Llegará el momento en que las momias de Egipto, tendrán más funcionalidad que el Partido Liberal colombiano, que renunció a su ideología progresista y a hacer el meridiano por donde pasaban todas las reformas y trasformaciones sociales y de desarrollo del país.

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