Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

Política

Cuando el Tolima ponía a pensar a Colombia

Cuando el Tolima ponía a pensar a Colombia

Por Humberto Leyton


La nota que publicamos hace algunas horas sobre el último libro publicado por Gustavo Petro, que titulamos “Una vida, muchas vidas”, y algunos olvidos”, causó cierta polémica en algunas personas que se consideraban excluidas y otras agradecían la inclusión de sus nombres, en el artículo que escribimos sobre el relato que hizo el dirigente de la Colombia Humana, en los dos capítulos relacionados con su paso por el Tolima cuando existía el M-19 y que fue determinante para el inicio de la desmovilización de esa guerrilla.

Esta situación nos llevó a escribir esta nota adicional para hacer algunas precisiones necesarias de protagonistas y hechos que involuntariamente se nos quedaron por fuera. En efecto, en la nota de referencia, no tuvimos en cuenta nombres como el de Guillermo Angulo Gómez (Senador y jefe conservador del Tolima), el Representante a la Cámara Maximiliano Neira Lamus (jefe de una fracción conservadora), Darío Romero (Moir en esa época, hoy alternativo) y el entonces concejal Germán Barberi Perdomo.

En cuanto al trabajo del Concejo de Ibagué, que fue fundamental en el proceso de diálogo con el M-19, es preciso aclarar que Flavio Rodríguez Arce, presidió el acto central del encuentro en el Teatro Tolima, en su condición de presidente de esa corporación, donde se abrió paso una negociación entre el gobierno y la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, que finalizó en Santodomingo (Cauca) con el acuerdo Gobierno-M-19.

Otro hecho que surge de esta ampliación de la nota inicial, es el papel preponderante que jugó en estos diálogos de paz, el entonces senador y precandidato presidencial Alberto Santofimio Botero, hasta el punto que las Farc a través de Jacobo Arenas, le dieron su vocería al dirigente liberal tolimense, en el encuentro del Teatro Tolima, donde leyó una carta enviada por esa organización guerrillera, tal y como consta en el libro: “El Tolima: una propuesta pacífica”, que contiene las memorias, documentos  e historia de este proceso.  

Consultado el dirigente sindical Héctor González Carvajal, quien figura como uno de los relatores de este libro, junto al escritor Hugo Ruiz (Q.E.P.D.) y Darío Romero, no solo confirmó el hecho de la vocería de las Farc, por parte de Santofimio, sino que señaló que su participación en este proceso fue fundamental por su relación y grado de confianza que había ganado en el movimiento guerrillero. Es decir, que el exdirigente liberal fue protagonista de primer orden de un proceso de paz, que puede tener repercusiones futuras debido a los problemas judiciales y jurídicos que ha vivido por todos conocidos, que se encuentran en poder de la Comisión de la Verdad. 

Sería interesante que quienes tengan dudas o quieran ampliar sus conocimientos sobre este tema del proceso de paz entre el gobierno, la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar y el M.19, consultaran el libro al que hemos hechos referencia más arriba.  

La falta de liderazgo del Tolima

Hechas estas precisiones y aclaraciones, nos da pie para plantearnos una pregunta que desde hace varios años ha estado rondando la cabeza de muchos tolimenses ¿dónde están las personas que piensan en este departamento?

Pregunta no difícil de responder si tenemos en cuenta que desde la década de los 90 del siglo pasado no hay un liderazgo nacional que le permita estar presente en los escenarios de dirección del país.             

No de otra manera se puede entender este despelote que va desde la pérdida de identidad ideológica y programática de los partidos, trashumancia, las divisiones internas, la falta de disciplina, las dobles militancias, hasta la traición, la maroma,  el engaño y el juego sucio de muchos, en este escenario político tan nauseabundo, donde el dinero y los intereses personales mueven todos los resortes de esta actividad que debería de ser de servicio, por considerarse la más noble y comprometida con el desarrollo de las sociedades.

‘La Escuela del Tolima’

Este desgranamiento de la actividad política en el departamento, y bueno en todo el país, nos hizo evocar épocas de gloria del pensamiento tolimense, cuando los grandes proyectos e iniciativas pasaban por el meridiano de nuestra tierra, donde se llegó hablar con respeto, clamor y acogida de "La Escuela del Tolima", para referenciar a una serie de personajes ilustres que tuvieron la responsabilidad de los cambios y la transformación de la nación en sus manos con el programa conocido como "La Revolución en Marcha" del expresidente Alfonso López Pumarejo, donde pasamos de un país feudal a conectarlo con el desarrollo industrial y los avances técnicos, económicos, sociales,  comerciales y culturales de la época con el resto del mundo. No sobra recordar que López Pumarejo era hondano. Hablamos del año de 1934, donde se inició oficialmente la República Liberal, y con ella, todos los procesos de cambios y transformaciones más importantes que tuvo el país en el siglo XX.

Con añoranza y nostalgia, se recuerda que el equipo que orientó y ejecutó aquella tarea fue en su totalidad tolimense, destacándose el maestro Darío Echandía, quien estaba acompañado por hombres de la talla de Carlos Lozano y Lozano, José Joaquín Caicedo Castilla, Antonio Rocha Alvira, Rafael Parga Cortés, Alberto Camacho Angarita, Gonzalo París Lozano y Carlos Peláez Trujillo, entre otros.

Nombres que para las actuales generaciones no representan nada significativo, pero que forma parte de una escuela del pensamiento que perdurará en la historia regional y del país. Vale aclarar que todos ellos miembros del liberalismo colombiano, todos oriundos del Tolima, todos comprometidos con principios, valores, políticas y propósitos comunes, conformaron una autentica escuela del pensamiento.

Se une a esta pleyade otro hondano, Alfonso Palacio Rudas, “El Cofrade”, abogado, un destacado hacendista y economista, integrante de la Asamblea Nacional Constituyente del 91, quien cumplió un papel fundamental en la refundación del Banco de la República y como defensor de la llamada “moneda dura”, para sostener las inflaciones y una moneda sana. Palacio Rudas de quien cumple en el 2022 el centenario de su natalicio (1912) y que acuñó la frase "No tragar entero", para referirse a la actitud pusilánime y conformista de las personas que aceptan sin reparos todo lo que ocurre, así sea bueno o malo, en el entorno personal (Jaime Vargas Izquierdo).

Y por último, independientemente de las consejas, de lo que se pueda pensar, decir, murmurar o rumorar, y de los problemas judiciales que haya tenido que afrontar, Alberto Santofimio Botero, fue el último que ostentó un liderazgo y que puso al país a pensar con las diferentes propuesta que hizo como las consultas populares, la mayoría de edad a las 18 años, la elección popular de alcaldes y gobernadores, y el matrimonio civil, entre otras, hoy ya convertidas en leyes de la República,  por otros actores, pero cuya propuesta original estuvo a cargo del exjefe liberal tolimense.

Desde entonces, el Tolima ha perdido su horizonte en producir personas de semejante calado intelectual.

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