Política
"A Santofimio la historia le dará la verdad que le negaron los jueces": G.A. Gardeazabal
En un intercambio epistolar entre el exministro y exsenador Alberto Santofimio Botero, y el periodista y abogado Edward Amaya, se revive el proceso judicial que terminó con la condena del exdirigente Liberal Alberto Santofimio Botero, a más de 20 años de cárcel, en un fallo polémico y cuestionado desde diversas orillas, por tratarse más de un decisión política más que jurídica en el magnicidio de Luis Carlos Galán Sarmiento.
En su carta Amaya, le dice a Santofimio, después de destacar su conocimiento del país y departamento, además de sus dotes de orador con "memorables discursos", que: "Todos mis compañeros, incluso los más encarnizados opositores, coincidieron en que estabamos ante una injusticia de enormes magnitudes. Llegará el día que la justicia corrija el error y los libros de historia muestren la dimensión que su señoría tuvo en el Congreso, en el ejecutivo, en la cultura y en la política nacional", dice Amaya.
Por su parte, Santofimio responde en un breve texto donde resume el cuestionado proceso en una obra del cartel de la toga, en una decisión politizada y contraria a la ley.
Como se conoce, este proceso fue influenciado, movido y gestionado, especialmente en campañas electorales, por la familia Galán que lo instrumentalizó como una arma política a su favor.
El texto de la carta de Santofimio:
"Muy apreciado Edward. He leído con deleite una y otra vez su evocador y lúcido mensaje. Es contundente recorrido que usted hace de tramos decisivos de su juventud, paralelos con aquellos de la historia regional y nacional, cuando el Tolima era la fuente de las ideas, los acontecimientos, los derroteros y los protagonistas del acaecer político colombiano.
Entonces despertamos con claridad ideológica, fuerza programática, decisión ejecutiva y contundente fervor popular, la esperanza de millones de colombianos en una patria reconciliada, democrática, justa, equitativa, progresista para todos. Esta grande y promisoria ilusión se vio tronchada por las oscuras maniobras de la judicialización de la política y la politización de la justicia, cáncer letal de corrupción inenarrable para la sociedad de nuestro tiempo.
Hitos formidables, como el Encuentro por la Paz, en el Teatro Tolima "Proceso de Paz Nacional 1988 1989", recogido en el libro " El Tolima, una Respuesta Pacífica", que marcó el camino que fue decisivo para los posteriores acuerdos, y el Congreso Ideológico del Partido Liberal Colombiano, en el Hotel Ambalá
marcaron el destino de Colombia para su inmediato futuro institucional y político.
Es la perspectiva afortunada que usted, con una visión objetiva, diáfana, desasistida de pasiones ciegas y malsanas, trae como lección para las nuevas generaciones, que deben asumirla, estudiarla, y ojala, y atenderla.
Además, al final de su valioso documento, aborda usted, como abogado e investigador juicioso, el tema de la absolución unánime del Tribunal Superior de Cundinamarca, a mi favor, la cual fue atacada, en decisión controvertida y rechazada, como usted lo afirma, en una insólita sentencia, contraria al espíritu y la letra de la Casación, en Colombia.
El estudio que usted realizó, como joven abogado, coincide, plenamente, con opiniones y pronunciamientos definitivos tan respetables, como los del expresidente de la Corte Constitucional dr. Jorge Arango Mejía, las de los expresidentes de la Corte Suprema de Justicia drs. Jorge Enrique Valencia y Jorge Córdoba Poveda, y los ilustres catedráticos y tratadistas drs. Juan Fernández Carrasquilla, Jorge Arenas Salazar, León Jaramillo, y John Jaime Posada, entre otros.
Ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, está la demanda sobre esa inicua decisión, de los tiempos ingratos del llamado Cartel de la Toga.
El mejor resumen de este doloroso episodio, lo ha hecho, recientemente, el prestigioso escritor y valeroso periodista, Gustavo Álvarez Gardezabal: "A Santofimio la historia le dará la verdad que le negaron los jueces".
Gracias, amigo Edward, por sus generosas y alentadoras palabras. Un fuerte abrazo".
Alberto Santofimio Botero.
Ahora la comunicación de Amaya:
"Cuando apenas comenzaba mi oficio como periodista, por allá en la década de los 80, fui testigo del conocimiento que usted, Dr. Alberto tenía de los problemas sociales del departamento y del país entero. Recuerdo que Usted insistía en la necesidad de atender a 'La Otra Colombia', en referencia a ese sector de la población desatendido por el Estado. Este aprendiz del oficio de las comunicaciones acompañó sus giras por orden del periodista Arnulfo Sánchez, y una vieja grabadora registró memorables discursos que nos hacían soñar y creer que un nuevo país era posible. De hecho, en su última campaña a la Presidencia de la República estuve colaborando al lado de Manuel Mendieta en su oficina de la Carrera 7a. Convencido de que un tolimense volvería a darle grandeza al Solio de Bolívar. Años más tarde en la Universidad, cuando adelantaba mis estudios de Derecho, presenté un trabajo para demostrar las protuberantes fallas e inconsistencias en el proceso que se adelantó en su contra. Todos mis compañeros, incluso los más encarnizados opositores, coincidieron en que estábamos ante una injusticia de enormes magnitudes. Llegará el día que la justicia corrija el error y los libros de historia muestren la dimensión que su señoría tuvo en el Congreso, en el ejecutivo , en la cultura y en la política nacional. Un abrazo".
Edward Amaya Márquez
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