Por: Óscar Viña Pardo

Luego de conocer las llaves de las semifinales de la Champions League ese deseo sutil de venganza ha florecido en muchos colombianos, en especial, aquellos amantes del buen fútbol. Solo se escucha en los corrillos que gane el Bayern, que James metal gol y se lo dedique a Zidane, el “responsable” de su partida del equipo merengue.

Todo un país estará haciendo fuerza por el rojo, así su equipo de preferencia sea el merengue. Se trata de uno de los jugadores más queridos por los nuestros, y más en el Tolima, donde sus raíces son tan fuertes. Algunos han mandado a hacer misas, han prendido velas con un solo objetivo, que gane el Bayern y que James meta gol. Ojalá el del triunfo, el de la clasificación a la final.

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James Rodríguez significa mucho para todos nosotros. Para las nuevas generaciones es un modelo a seguir, como lo fue el Pibe en su momento. En ese ejemplo de vida y superación que nos hace más fuertes, que nos hace soñar con el éxito.  Es un ejemplo necesario para los colombianos que nos sentimos de tú a tú en el top mundial al lado de otros grandes como Messi o Ronaldo, es una estrella de la que todos hablan más para bien que para mal.

Que gane el Bayern, que James metal gol, ojalá el del triunfo, sería uno de esos momentos que se quedarían en la memoria colectiva para la vida, así como el gol que metió ante Uruguay en el anterior mundial, Brasil. Sería como darnos una píldora de esperanza mayor a todo lo que vivimos en Colombia, y más aún cuando se acerca el nuevo Mundial en Rusia. Que gane el Bayern, que James metal gol y que se pueda cantar en todo el país, porque estoy seguro de que, al darse esta premisa, las caravanas de carros y motos no se haría espera. Que gane el Bayern, que James metal gol.

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