Por: Iván Ramírez Suárez

@jiramirezsuarez

Debo reconocer que esta semana mi conciencia logró lo que las denuncias penales, las amenazas, el matoneo judicial y otros tantos vejámenes que han sido esgrimidos y utilizados en los últimos 15 años para obligarme a rectificar de lo afirmado en mis columnas y escritos periodísticos, no pudieron. En honor a ello, debo rectificar y expresar que la verdadera versión de lo ocurrido en Ibagué con relación a las fallidas obras y remodelación de escenarios deportivos para los XX Juegos Deportivos Nacionales, es la que sigue.

Un grupo de desinteresados tolimenses aprovecharon su relación política con el presidente Juan Manuel Santos y la estrecha amistad personal y de negocios con el dirigente deportivo Andrés Botero, Director Nacional de Coldeportes, para conseguir que el departamento del Tolima fuera designado como una de las sedes de estos Juegos del año 2015.

(Puede leer: "La verguenza sigue")

Este merecido triunfo al que se sumaron nuestro alcalde y Gobernador de la época con su petición institucional permitió que Ibagué y otros cinco municipios del Tolima lograran recibir millonarios recursos para construir y remodelar los escenarios necesarios para tan importante evento deportivo. Sin la indispensable gestión de empresarios como Mauricio Jaramillo, Gabriel Camargo, y Genaro Cerquera, así como de congresistas como Guillermo Santos, Ángel María Gaitán, Carlos Eduard Osorio y Rosmery Martínez, entre otros, y el apoyo brindado por Alfonso Bula Dumar, director de Fonade, todo habría quedado en una mera ilusión.

De ahí que para la ejecución de los recursos, en Ibagué se constituyó un cualificado equipo institucional jurídico y técnico del que hicieron parte el Alcalde Luis Hernando Rodríguez, el director del Instituto Municipal del Deporte y la Recreación Carlos Heberto Ángel, secretarios de despacho como Oswaldo Mestre (Hacienda), Juan Gabriel Triana (Planeación Municipal y ordenador del gasto) y Jorge Alberto Pérez (Infraestructura), todos ellos con un competente y honesto equipo jurídico liderado por el jurista y consultor Orlando Arciniegas Lagos. Apoyados todos por personas de mucha experiencia en contratación como Óscar Alexander Berbeo, Jorge Tulio Rodríguez y Mauricio Campos del Cairo.

(Puede leer: "Carrillo, procurador de bolsillo")

Innegable el aporte valioso y desinteresado de la bancada mayoritaria del Concejo de la época, toda vez que, si no hubiera sido por su notable apoyo al deporte tolimense, no se hubieran logrado los movimientos presupuestales (Acuerdos 010 de 2013 y 016 de 2014) necesarios para la realización de los diseños con la española Typsa y recursos adicionales para obras del Parque Deportivo. Gracias además a Jaramillo y Camargo se logró ubicar material de excabación en sus predios, hoy valorizados por cosas del azar. Typsa y el Grupo Vera, constructoras españolas, hicieron enorme esfuerzo para trabajar en Ibagué. Con el apoyo de amigos de Jorge Tulio, se logró remodelar el estadio. Y la llegada de “El chatarrero”, nos permitió conocer un importante hombre de negocios.

A todos, les debemos un homenaje. En un evento especial en el que ojalá pueda oficiar la Orquesta Sinfónica de La Fiscalía, tocando el concierto, que, en la Ciudad Musical de Colombia, se ha negado a tocar.