Por Santiago Zamora - Politólogo y Especialista en Gobierno.

Cuando hablamos de la Juventud, es imprescindible no apreciar y abarcar la importancia de dicha población en los diferentes escenarios de nuestra sociedad y en los procesos de cambio de la cotidianidad. Tanto así, que su participación resulta ser clave, en las distintas esferas de lo social, lo político y lo económico, en la construcción del bien y del interés común.

Por eso, determinar a lo largo de la historia el papel fundamental de los jóvenes en el territorio nacional, traerá consigo una discusión, sobre la relevancia participativa en el desarrollo de los diferentes procesos del presente y del futuro. Desde un enfoque a los nuevos desafíos, trazados sobre los retos de la situación actual en la sociedad colombiana.

Es así, que re definir los nuevos retos para la juventud, posibilitara evaluar los nuevos desafíos en la construcción participativa de esta población, con una perspectiva más propositiva, con un rango de acción crítico. Pero con una visión de largo alcance, que permita construir sobre lo construido, orientando dinámicas al bienestar general y al buen desarrollo de los diferentes procesos sociales en el país. Y con una mirada atendida, a las necesidades en las regiones y en los territorios, para aportar así, ideas y acciones que promuevan la trasformación social.

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Ahora, bien. ¿Es importante, comprender el enfoque de los nuevos desafíos para la juventud en Colombia? Por supuesto. Identificar las necesidades, en los territorios y en las regiones puntualmente, permitirá a los jóvenes, dimensionar su perspectiva, como actores determinantes en los diferentes procesos sociales. De este modo, se interpretará la visión de país y del papel que deberá tomar la juventud en el escenario social. Para de esta manera, proponer alternativas en la construcción de un mejor país, con enfoque en los territorios y en las regiones.

De manera positiva y de impacto, en temas concernientes respecto a los jóvenes en Colombia. Y que nos facilite atender las necesidades actuales, sin desviarnos de los nuevos retos y desafíos que demanda el país. Solo así y de este modo, lograremos la atención adecuada de las diferentes necesidades en el territorio nacional con un plano en temas puntuales al fortalecimiento y la consolidación de la educación, como base de la integralidad, la generación de empleo, a través de líneas de competitividad y productividad para disminuir la pobreza. Y de encarrilarnos por el territorio, que queremos.