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Historias

El Club de Lecturas Rebeldes, donde las escritoras son protagonistas

El Club de Lecturas Rebeldes, donde las escritoras son protagonistas

Desde siglos remotos las mujeres han tejido relatos en la sombra mientras cuidaban, cocinaban y aseaban.

Por: Jhenifer Rodríguez


María Osorio, quien dirige el Club que se reúne en la Librería Ala de Colibrí, es a todas luces una rebelde con causa, pero también una tierna madre, una gran docente de español y literatura, y la incondicional compañera de un hombre que no se asusta de verla brillar por su rebeldía.

A su pequeño gobierno, el Club de Lecturas Rebeldes, muchos nos hemos sometido de manera voluntaria y entusiasta, porque a ella no le interesa que la oigan hablar solamente o que la destaquen. María quiere que conozcamos a las autoras, y por eso, bajo su régimen, solo se leen escritoras.

No es una venganza contra los siglos durante los cuales a las mujeres se les excluyó violenta y deliberadamente de todos los espacios públicos de participación, representación y expresión, pero sí una reivindicación del ignorado papel de la mujer en la literatura.

Desde este colectivo se construyen y fortalecen las redes de apoyo. Es un espacio seguro cuya base es la sororidad. Me siento comprendida y respetada. Acá estamos reivindicando la literatura escrita por mujeres. Reconocemos su valor social, intelectual y artístico”, Paola Cuéllar, participante del Club.

El rincón de los cuentos de mujeres

Siempre ha habido escritoras, pero por mucho tiempo fueron como un mito fantasmal. Firmaban con nombre de hombre o sus iniciales para evitar que se supiera que eran mujeres. Y aunque esto cambió, aún existe entre ciertas gentes el sesgo de que los hombres escriben mejor. Pero el Club de Lecturas Rebeldes, que se reúne a las 5 p. m. los miércoles cada quince días, se ha propuesto combatir el sesgo.

Durante los encuentros que tienen lugar en la Librería Ala de Colibrí, ubicada en el barrio Cádiz, Cra. 4B #35A – 46, se leen predominantemente cuentos de corta extensión, para alcanzar a abordarlos en una sola sesión. No solo se lee en voz alta, sino que al final se discute sobre la lectura, y es inspirador ver personas de todas las edades debatir, opinar y entusiasmarse con el cuento, en un país donde las cifras de lectura son alarmantemente bajas.

Este año, María Osorio, quien se encarga de elegir las lecturas, dinamizar el espacio y convocar, es decir, de mantener vivo el Club, eligió trabajar únicamente escritoras colombianas como un homenaje al talento de nuestro país.

Ala de Colibrí

Lo más retador ha sido hacer convocatoria continuamente, porque las personas no siempre son las mismas”, expresó María. Y es que la rotación de las personas que asisten es casi que otra característica particular del Club, pues hay quienes rara vez fallan y estamos aquellas que vamos cada que tapan un hueco en Ibagué. Aun así, el espacio se mantiene gracias al trabajo de María y las libreras de Ala de Colibrí, quienes fueron las promotoras de la idea en primer lugar.

Ellas me llamaron, para articular con la Colectiva, Las Áxidas. Me propusieron crear un club de lectura sobre mujeres, y pues eso hicimos, y ha salido muy bien. En septiembre cumplimos un año y ha sido un proceso hermoso”, compartió la directora del Club de Lecturas Rebeldes, quien también es parte de la Colectiva feministas las Áxidas, fundadoras del primer programa de radio feminista en FM del Tolima.

La esencia

“Es un espacio donde conversamos sobre la vida, la sociedad, la cultura y la manera como se articulan con el componente de géneroWilliam Steven Participante del Club.

En el Club de Lecturas Rebeldes no siempre son las mismas caras. No importa. Lo esencial es que, en cada encuentro, se enciende la llama de una complicidad que no necesita presentaciones: la de quienes saben que la escritura hecha por mujeres fue, durante siglos, un susurro ignorado por el canon y vienen con ánimo curioso no solo para leer, sino también para deshilar las intenciones del texto.

“Es un espacio que nos permite realizar un ejercicio de resistencia, de cuidado y de conexión profunda con historias que en algunos casos nos reflejan y siempre nos transforman”, expresó Karis Sánchez, participante del Club.

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