Por: Jennifer Rodríguez

Existen personas que desde muy temprana edad muestran una inclinación natural hacia el deporte, y ese era el caso de Israel Cuesta, un ibaguereño de cuna y crianza, que se graduó del colegio San Simón y durante toda su vida ha residido en el barrio Alaska.

“Yo era un niño muy callado en la casa, siempre concentrado en mis cosas. Me la pasaba de la escuela a los entrenamientos, porque era lo que me interesaba. Toda la vida me ha gustado la disciplina y el deporte”, contó Israel.

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Hasta los siete años entrenó fútbol. Después, Cuesta se enamoró de otro deporte: la natación, al cual se dedicó hasta los once años, cuando decidió probar suerte en el baloncesto, donde le fue muy bien y tuvo varias victorias. Pero finalmente volvió a la natación cuando tenía 13 años.

Un accidente que le cambió la vida

Israel pasó sus años de bachillerato entre piscinas y triunfos deportivos, pero al graduarse vio en la vida militar una oportunidad de carrera y, al igual que sus hermanos que ya eran militares, la tomó, dejando el deporte como algo secundario en su vida.

La disciplina lo siguió llevando lejos: en 2009 entró y en 2011 ya era suboficial del Ejército, pero en 2015 un accidente cambió su vida para siempre. Un día, mientras realizaba labores propias de su cargo, Israel cayó por un barranco y se golpeó la parte occipital del cerebro, perdiendo la vista.

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De regreso a la natación

“Yo me voy para Bogotá a comenzar mi proceso de recuperación y en eso ven que se me da bien el deporte y entonces ingreso a la Liga de Natación Paralímpica del Ejército”, recuerda.

Durante sus años representando deportivamente al Ejército Nacional Colombiano en la natación, Israel Cuesta logró obtener varios triunfos e incluso llegó a viajar a Brasil en 2018. Sin embargo, en ese momento no había suficiente apoyo; más allá de tener un entrenador, no había otras cosas que se necesitaban, como por ejemplo los suplementos vitamínicos, y esta situación había llegado a desmotivar a Israel.

En 2020, por casualidades de la vida, Cuesta vuelve a encontrarse con su antiguo entrenador Carlos Ávila, quien estaba trabajando con la Liga de Paranatación del Tolima, y conociendo la gran capacidad de Israel para el deporte, lo invita a participar en la Liga. Sin dudarlo, el talentoso nadador decide retirarse del Ejército e iniciar un nuevo camino en su carrera deportiva, que había vuelto a él para recordarle lo apasionante que puede llegar a ser la vida, pese a las dificultades.

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Israel Cuesta está entre los mejores

Israel Cuesta fue una de las grandes figuras del Tolima durante el Abierto Nacional de Paranatación que se celebró en Ibagué, del 17 al 22 de junio, donde el departamento se destacó ampliamente en el deporte paralímpico nacional, alcanzando el tercer puesto en la tabla general del campeonato.

Un logro histórico en el que la Liga sumó un total de 64 medallas: 32 de oro, 19 de plata y 13 de bronce. Israel, además de reducir considerablemente sus tiempos con respecto a la competencia de 2024 en Bucaramanga, se colgó dos medallas de oro y cuatro de plata, consolidando su puesto entre los mejores nadadores del país.

“He tenido muchos logros gracias al profesor Carlos, que no solo es un gran entrenador sino también un gran amigo que me ha enseñado mucho”, expresó Israel.