La visita del Ministro de Salud en días recientes a su tierra, Líbano, tuvo como propósito fundamental dar a conocer la formalización de 300 empleados del Hospital 'Alfonso Jaramillo Salazar'.

La idea original, y esa había sido la directriz del Ministro Guillermo Alfonso Jaramillo, era la de formalizar aquellos trabajadores que llevan muchos años contratados mediante modalidad de OPS.

La directriz impartida por el Ministro no se cumplió, y por eso el día del evento  partió molesto debido a que alcanzó a detectar que en esa lista podría haber algunos o muchos 'colados' como fruto de la politiquería. Al llegar a Bogotá, el Ministro Jaramillo ordenó una revisión al proceso de formalización y como resultado de esa inspección se determinó anular lo acordado.

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De manera extraoficial se conoció que en el listado de trabajadores había personas con muy poco tiempo de labores, algunas de ellas venían de otros municipios en un tiempo reciente lo que se intuye que pudieron haberse presentado favorecimientos inadecuados. Y para colmo dejaron por fuera personas que sí merecían.

De toda esta situación, será la gerente interventora, la cartagenera Nelly Belén Arsuza la persona que deberá responder. Ha trascendido que producto de esto que ha ocurrido con presuntas irregularidades en la formalización de 300 empleados, se suma una gestión en términos generales opaca y controvertida a raíz de una contratación no muy clara que se ha dado en el año que lleva al frente del Hospital desde el momento que fue intervenido por la Supersalud el 25 de octubre de 2023.

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Contratista cuestionado

Un nombramiento que ha sido duramente cuestionado es el del excandidato a la Alcaldía de Líbano por el partido Liberal, ala jaramillista (Mauricio Jaramillo Martínez), Geovanny Arias Botero a quien la Agente Interventora contrató el 26 de enero de 2024 en calidad de asesor. Es decir, menos de tres meses de haber participado en el proceso electoral del 29 de octubre de 2023. El contrato inicialmente fue por seis meses y fue renovado en el mes de julio por cinco meses más.

A Arias Botero atribuyen que ha sido un continuista de la politiquería que desde hace décadas se ha dado en el Hospital ‘Alfonso Jaramillo Salazar’. Hay que recordar que el anterior gerente José Jaime González y que por eso se dio la intervención de la Supersalud, la Fiscalía hace pocos días le imputó cargos por haber dispuesto este centro asistencial en favor de la campaña política del candidato a la Alcaldía del Líbano por el partido Conservador (barretismo), Diego Padilla.

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Precisamente el día del acto en el que se anunció la formalización de los 300 empleados el ministro Jaramillo Martínez claramente dijo que “El que esté haciendo política aquí se tiene que ir” e invitó a los políticos que estaban presentes en el acto, entre ellos el diputado del partido Liberal Carlos Reyes, de quien se dice ha tenido mucha injerencia en la actual administración, que “deben sacar las manos del hospital’.