Este joven que apenas comenzaba a vivir, que tenía el sueño de ser un general de la república de la Policía Nacional de Colombia, y que una de sus pasiones era el fútbol, vio truncados sus sueños el pasado jueves 17 de enero, a consecuencia de un acto de barbarie.

Con tan sólo 20 años de vida, el Ibaguereño se encontraba ese día fatídico en las instalaciones de la escuela de Policía General Santander de Bogotá, en la premiación de unas competencias deportivas y la onda de la explosión lo alcanzó cegándole la vida.

Estiven Rolando Prada, de gran corazón, de una sencillez inalcanzable, vivió sus primeros 15 años en el barrio Arado de Ibagué, sus vecinos lo recuerdan como un niño educado, decente, criado y con muchos valores.

Amanda Barreto vecina y amiga de la familia relató que recuerda cómo llegaba a su casa y desde que ponía un pie en la puerta, saludaba y preguntaba por toda nuestra familia.

Puede interesar leer nota relacionada: A dos se eleva número de tolimenses fallecidos en el atentado a la escuela General Santander

Sin embargo, sus padres decidieron mudarse a otro sector de la ciudad, donde este niño que para el época practicaba fútbol en una escuela deportiva que actualmente dirige el profesor Alirio Amaya, insistía en ser arquero, debido a sus 1.82 metros, porque se sentía seguro y porque sabía que podía defender cualquier arco.

Allí con otros jovencitos soñó con ser un gran futbolista, pero luego y por decisión propia partió a Bogotá para ejercer la carrera de oficial de la Policía y porque decía que su sueño era servir a la humanidad.

Su madre quien es docente del colegio Leonidas Rubio de esta ciudad, se sentía orgullosa de criar unos hijos como Estiven Ronaldo Prada, ella les dio todo el amor del mundo, por eso al conocer de su muerte no ha regresado de Bogotá hasta no traer consigo a su hijo del alma.

Su abuela materna Blanca, que vive en el barrio Libertador de esta ciudad, no sale del asombro al saber que ya no va a ver a su nieto amado, por eso con lágrimas en los ojos, y de manera repetitiva dijo que espera que los culpables paguen por esta tragedia tan espantosa.

Además, relató que la última vez que vio a su Estiven fue la semana pasada, cuando el muchacho le dijo que se cuidara mucho y que volvería pronto.

Por eso nadie puede comprender como a este chico junto con otros 20 más les dañaron sus sueños, esos sueños de ser grandes, de convertirse en personas útiles para la sociedad.

Ante ello, sus familiares, sus amigos y vecinos esperan a Estiven Ronaldo para darle un último adiós, ese adiós que no debió ser tan pronto, ese adiós que debió esperar muchos años más.

Sin embargo, hay que aceptar con dolor esa realidad de no tenerlo entre nosotros cuentan sus amigos, por eso estos jovencitos dicen de manera preocupante que Colombia es una nación hermosa, pero está carcomida por la violencia, el egoísmo, el desinterés y la falta de respeto hacia los demás.

Adiós Estiven, “sé que desde el cielo estarás como un héroe más y, desde allí, nos cuidaras y en nuestras memorias y corazones te llevaremos por siempre”, dijo un amigo que con lágrimas en los ojos no quiso revelar su nombre.