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En el día del padre, Hernando y Octavio trabajan para llevar el sustento a su casa
Desde hace 32 años Hernando Prada un padre de familia ibaguereño se dedica a la venta de churros y papas fritas, dinero que sagradamente lleva a su casa para la manutención de él y de su esposa, quien lo espera siempre en su vivienda del barrio Libertador de esta ciudad.
Contó al Cronista.co que se inició con la venta de empanadas, pasteles y masato, pero que debido a que esto se había convertido en una labor más difícil en materia de preparación, optó por comprar un carro que lleva una parrilla dónde frita papas y churros los tradicionales, los cuales vende el paquete a 1.500 pesos.
En el día del padre celebración que fue modificada para hoy domingo, debido a las elecciones presidenciales, Hernando Prada dijo que sólo quiere que sus hijos le regalaran paz, amor y armonía.
“Mi mejor regalo, relata este hombre de cabello canoso es tener un día muy feliz en compañía de mis cuatro hijos, uno de ellos patrullero de la Policía, a quienes levanté a punta de la venta de comidas”.
“Mis hijos” dice Hernando, “son lo más maravilloso y en compañía además de mis seis nietos a los que amo mucho”. Relata además que” llevo 32 años aquí en esta esquina del parque Centenario y a veces me veo abordado por la Policía, cuando no nos permite trabajar dignamente como yo lo hago”.
Es un padre responsable, trabajador, y amante de la tranquilidad y aunque no se hace mucho para el diario vivir ya se acostumbró a estar muchas horas de pie y al lado de la paila con aceite caliente.
Se inició como panadero, pero decidió independizarse hace muchos años, “yo descanso cuando me siento agotado por el trabajo, aquí llego desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la noche, luego voy y guardo mi carro en un parqueadero cercano, dónde me cobran 2 mil pesos diarios por el servicio”.
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Señala que “el éxito de un padre de familia es la buena educación y el trato que le de a sus hijos, igualmente el respeto el cual debe ser reciproco”.
Cuadras mas adelante nos encontramos con Octavio Vargas, un vendedor ambulante dedicado a las ventas de billeteras, accesorios para mujer y correas, este fusagasugeño llegó a la ciudad hace 28 años y en compañía de su esposa inician una jornada dura con su puesto ubicado en la calle quince con carrera tercera.
Expresó que “en este día del padre no voy a descansar dado que estamos en temporada de folclor y del mundial de fútbol por lo que las ventas mejoran mucho”.
Agregó que esta temporada hay que aprovecharla porque el inicio de año, los primeros meses son muy difíciles.
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Este hombre se siente agradecido de ser vendedor ambulante, esto le ha generado el poder darle una educación digna a sus hijos quienes tienen 28 y 30 años.
“Quiero en este día del padre estar con mis hijos y mi esposa, mi hogar y mi familia es lo más maravilloso que tengo. No soy una persona que exige regalos costosos, para mi lo más importante es el amor de ellos”.
Todos los días antes de salir de su vivienda del barrio Unión le da gracias a Dios por tener una salud buena, pese a los años que lleva luchando.
Sin embargo, aún no está dentro de sus planes retirarse, porque no cuenta con una pensión, ya que no pudo nunca cotizar y ser merecedor de un descanso digno.
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Hoy en el día del padre El Cronista.co quiere hacer un homenaje a los padres ibaguereños y tolimenses, contando estas dos historias de vida, como son las de Hernando y Octavio a quienes no les importa seguir trabajando duramente para llevar el sustento a sus familias con dignidad.
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