Después de hacer un largo recorrido por el Caribe colombiano, Bogotá, la zona cafetera y el Cauca, decidió quedarse en Ibagué, por su paisaje, su cultura y su gente.

Este hombre, docente de idiomas laboró en La Universidad de Ibagué por un tiempo y luego, por cosas de la vida y porque ama la naturaleza, decidió ir de paseo a Payandé dónde encontró al amor de su vida. Una mujer ibaguereña que lo cautivó y con la que tiene una niña de tres de edad.

Proveniente de una ciudad del centro de Italia, este hombre llegó hace seis años a la ciudad musical de Colombia, donde se estacionó y pasa la vida en medio de remedios y formulas naturales que curan todos los males.

Además, Davide también fue profesor particular de su idioma natal el italiano, sin embargo, esa no fue su pasión, porque decidió poner una tienda de productos orgánicos ubicada en el tradicional barrio La Pola donde llegan muchos personajes de la ciudad.

Cuenta que su negocio está lleno de fotografías antiguas de Ibagué y eso hizo que se quedara, porque considera apasionante la historia de la ciudad.

Señala este hombre de 1.78 de estatura, de piel blanca, y ojos azules con una barba candado y cejas pobladas, que buscó los contactos con agricultores del departamento para proveerse de productos orgánicos, como la panela, el jabón de tierra, las plantas y otros, los cuales dice son de calidad y limpios.

Ya en materia de contactos internacionales buscó productores de Chile para que le enviaran los arándanos y los frutos secos, comprándole con calidades altas.

Davide dice que esta tienda es algo diferente, vivimos en una sociedad que busca imitar a los demás, por eso consideró que era una mejor alternativa, porque no hay competencia para él.

La gente ha acogido la tienda y por eso llegan hasta allí para adquirir los productos, las aromáticas, con frutas, las especias y las hierbas.

Su gran sueño es ampliar el proyecto, tener otra tienda en un punto de la ciudad, con el fin de acreditarla. Por eso se ha esmerado en hacer contacto con 150 fincas del Tolima, apoyando a los pequeños empresarios.

Estos finqueros son de San Antonio, Gaitania, el norte del Tolima y los municipios de zona caliente con productos como el café orgánico, el cacao y la panela.

Este italiano se considera muy servicial, racional y profesional, además es introvertido, no le gusta contar mucho de su vida privada, pero cuando se trata de atender a sus clientes se esmera.

Espera encontrar un socio para una segunda tienda de productos orgánicos, ya que dice que es importante colocar una de ellas en la parte norte de Ibagué.

Después de este diálogo con este ciudadano italiano, que ama el Tolima e Ibagué, lo dejamos para que continuara atendiendo a su clientela, sin embargo, probamos una deliciosa aromática de frutos rojos que lleva arándanos, fresas y jengibre.

Davide, la persona sencilla y simpática, se puede convertir en un ejemplo de vida que desde lo cotidiano y simple logra la felicidad y espera que muchos ibaguereños puedan deleitarse con sus productos orgánicos y su pan italiano, el cual es preparado por un panadero ibaguereño.