Las mujeres son la mitad del país, pero aparecen ocasionalmente en los libros, le dijo Jorge Orlando Melo a Jackeline, al iniciar esta proeza en una historia que está contada por los hombres, lo que hace que sea más valioso este tipo de textos, porque es un punto de partida de la memoria femenina de la región. Cabe resaltar que esta investigación contiene datos hasta el año 2010.

En el recorrido hecho por Pachón se encuentran desde diosas, mitos, esclavas, seductoras, brujas, heroínas, sirvientas, amas de casa, reinas, trabajadoras, en general, ciudadanas que se les ignora. Han sufrido como todas las que han sido mamás del parto, de trabajar en oficios que se creen solo para hombres, del matrimonio, el divorcio, el abandono y la explotación.

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La mujer antes de la conquista, de acuerdo a datos arqueológicos, trabajaban en la cerámica y la recolección de instrumentos que le servían para moler o triturar algunos alimentos. Hallazgos que se encuentran en Ibagué, Espinal, Honda, Guamo y Chaparral, todos  en contextos geográficos y culturales diferentes destacándose las Pijao y Pantágoras.

En la conquista, los cronistas de Indias las mencionan en diferentes textos como guerreras, brujas, mensajeras al servicio del enemigo, esclavas y sirvientas. En esa etapa de la vida cumplen un rol especial desde lo social, religioso y mítico. Como guerreras, la historia cuenta como muchas de ellas prefirieron beber pócimas especiales antes de traer hijos al mundo que sirvieran de esclavos a los españoles, por ejemplo.

En esta etapa surge una líder en el Tolima con una dimensión especial y de resaltar, se trata de la Gaitana, una india que junto a Pioanza libraron batallas épicas. Citando por ejemplo a Juan Castellanos que dice en uno de sus textos que ésta líder no aceptó ninguna negociación con los invasores y se consolidó como estratega y líder militar de la época.

Aparece una mujer con nombre de Talima, la última pitonisa de los Pijaos que resultó capturada por los españoles en Chaparral y no pudieron asesinarla, porque ésta salió volando por el aire, de acuerdo al relato de Leovigildo Bernal.

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Otra de nuestras indígenas fuertes dentro de nuestra historia es Dulima, una diosa y hechicera que fue quemada en la hoguera por parte de los españoles quienes responsabilizaron de conjurar a los frailes dominicos, de acuerdo a Josué Bedoya en su compendio de historia.