Lo digital arrastra con las tradiciones de los pueblos, la alcancía tradicional que muchos tuvieron de hecho en la infancia, no deja de ser una maravilla, ya que fue de las primeras que ayudó para tener los primeros ahorros.

La marranita que me regalaron en mi infancia era de barro, gorda, de color naranja, algo pesada para mi edad, relató Adriana, quien no olvida ese regalo de sus papás a los 10 años de edad, una alcancía que la acompañó hasta los 11 años y medio cuando decidió romperla para comprarse la muñeca de moda.

Recuerdo cuando recién me la regalaron, estaba encantada con “mi cochinito anaranjado”, pues ya tenía para hacer mis ahorros con las moneditas que me regalaban mis tíos cada fin de semana. Yo dichosa ante mis amigas porque eso en aquellos tiempos era mejor dicho y más a la edad de 9 años, así lo expresó Alba, quien hoy en día nos cuenta este recuerdo con su alcancía de barro.

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Las nuevas generaciones y con ella las tecnologías no se quedan atrás con lo tradicional y deciden implementar hoy en día las alcancias digitales que buscan ayudar a sus clientes a cumplir sus propósitos financieros.

El primero en lanzar la alcancía digital es el Banco de Bogotá. Para usar el servicio, los clientes deben seleccionar en la plataforma digital una categoría de ahorro (viajes, salud, educación, hogar, eventos u otros) darle nombre a la alcancía, definir el monto con el que se quiere iniciar el ahorro y el tiempo en el que se desea llegar a la meta. 

Para iniciar el ahorro, se debe realizar el depósito de forma manual a la alcancía y a través del módulo administración podrán ver el progreso de sus ahorros y modificar el monto. 

Preferible guardar los ahorros en una alcancia tradicional o una digital , usted ¿qué haría?

Por: María Alejandra Garzón 
Periodista Junior CUN