Por: Humberto Leyton

Por estos días de celebración de la llamada indecencia de Colombia, pasaron desapercibos los 107 años, de haber aparecido la marca de cerveza que se enfrentó a la chicha por razones netamente comerciales y económicas.

Aprovechando la fecha histórica del 20 de Julio y el nombre de la heroína Policarpas Salabarrieta "La Pola", los publicitas y creativos de la época (1910) de Bavaria S.A. que celebraba su primer centenario, comenzaron a trabajar para lanzar al mercado una marca de cerveza popular que llegará a amplios sectores de la población como la chicha, bebida oficial del pueblo colombiano.

La chicha se consumía en tiendas, paseos, reuniones sociales y en casas particulares; su costo era bajo y por ende asequible a todas las clases sociales, mientras que los productos de Bavaria solo llegaban a las clases pudientes y exquisitas de la época, especialmente en Bogotá.

Este hecho fue visto como un acto de competencia en el mercado de las cervezas, y  fue entonces cuando el equipo creativo de la empresa Bvaria fundada por Leo Kopp, decidió estratégicamente hacerle un homenaje a la heroína de la independencia Policarpa Salavarrieta, “La Pola”, cuando en el fondo, se trataba de conquistar un mercado que estaba en manos de la población que supiera preparar la chicha, una bebida derivada de la fermentación del maíz y otros productos, especialmente consumida desde los aborígenes.

Incluso, en Coyaima (Tolima), se construyó un "Chichodromo", por parte de las autoridades hace algún tiempo, precisamente para reconocer el valor cultural de este producto como elemento alimenticio y de recreación. El  lugar que los fines de semana o festivos se llena y es difícil encontrar lugar donde sentarse, se vende la chicha en tres categorías: fuerte, media y dulce. Sobra decir que en este departamento, y en la mayoría del país, sobre todo en zonas indígenas esta bebida se continúa consumiendo en abundantes cantidades.

No obstante ello, el impacto publicitario de la palabra "Pola", que todos los colombianos asociamos con la cerveza desde hace más de 100 años, y que surgió por las razones ya descritas (ganancias comerciales), hasta el momento no ha podido acabar con nuestra chicha, pese a las campañas feroces que desde un comienzo, se realizaron contra la bebida autóctona, donde las cerveceras apoyadas por el gobierno y el gremio médico, no solamente difamaron de la chicha sino que con sus campañas sistemáticas de oprobios  consiguieron tildar a esa bebida ancestral de embrutecedora y antihigiénica; incluso llegando a prohibirla tiempo después en 1948. Todo esto por el afán de ganancia de los poderosos.

Si bien es cierto, los empresarios cerveceros con el apoyo de los gobiernos y los llamados gremios médicos no pudieron acabar con la chicha; hay que reconocer que una campaña publicitaria bien pensada e ideada hace más de un siglo, trascendió la historia de nuestro país y logró posicionar una marca que perdura hasta nuestros días como un sinónimo de cerveza: "La Pola".