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Cuando me quiero ganar una lotería, quiero que sea la del Tolima

Cuando me quiero ganar una lotería, quiero que sea la del Tolima

Imagen alusiva al billete conmemorativo del 13 de noviembre

Todos los lunes el ritual se repite: elegir los dos últimos números con diferente serie, esperar el sorteo y mantener viva la ilusión de que el mayor de la Lotería del Tolima caiga, por fin, en manos de uno de sus fieles apostadores. Para muchos, este año ha sido especialmente prometedor, con numerosos premios menores que alimentan la esperanza y refuerzan la idea de que la suerte está tocando la puerta.

Entre esos jugadores constantes se encuentra Carlos Arturo Moreno, quien ha hecho del número 13 su talismán personal. Lejos de la superstición negativa, este número ha sido, para él y para muchos, símbolo de renacimiento, transformación y buena fortuna. En varias culturas, el 13 representa el cambio positivo, las nuevas oportunidades y la ruptura de ciclos, un significado que se alinea perfectamente con el sueño de ganarse un premio que pueda cambiar la vida.

Los loteros: tradición viva que conecta la suerte con la comunidad

Aunque hoy existe la posibilidad de comprar el billete por la web —de manera rápida y segura—, para gran parte de los jugadores hay algo especial en seguir apoyando a los loteros de siempre. Ellos son quienes recorren las calles, conocen a sus clientes, guardan números favoritos y, en muchos casos, ofrecen ese consejo o palabra de ánimo que solo la cercanía puede brindar.

Cada compra no es únicamente un intercambio comercial: es un acto de confianza, de tradición y de afecto por quienes han dedicado años a llevar esperanza de barrio en barrio, de vereda en vereda. Por eso, aun con la digitalización, el lotero sigue siendo el puente humano entre el sueño y el boleto.

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