Cuando el eterno rector del colegio Leonidas Rubio, Gustavo Ramírez falleció en junio de 2020, la pregunta obligada que se hicieron en ese momento padres de familia, docentes y egresados, era quién iba a ser su reemplazo.

El consenso era generalizado en el sentido de que el principal reto del nuevo rector o rectora, tenía por obligación que conservar el prestigio que desde hacía cuatro décadas ostentaba esta institución gracias a un rector visionario y comprometido como lo fue en todo ese tiempo Gustavo Ramírez.

Lo cierto es que Ramírez dejó una institución que para muchos parecía más un colegio privado. Allá todo lucía impecable y con una altísima calidad académica, y eso marcó una diferencia con el resto de instituciones educativas oficiales de Ibagué. Lo meritorio de la labor del rector Ramírez y el grupo de docentes que lo acompañó, es que el colegio está ubicado en una zona de las llamadas marginales de la ciudad. Desde luego que hoy el entorno es mucho mejor comparado con años atrás.

Pero sigue siendo una institución cuya mayor parte de su población estudiantil proviene de sectores populares, de familias de escasos recursos económicos. Sin embargo, eso no ha sido impedimento para ubicarse año tras año entre los mejores colegios de Ibagué y el departamento.

Se volvió normal que cada año un grupo importante de sus estudiantes lograran pasar en las mejores universidades públicas del país. Son muchos los estudiantes hijos de vendedores ambulantes, de familias desplazadas que cuentan en sus hogares con un profesional formado durante el bachillerato en el que para muchos se trata del glorioso Leonidas Rubio.

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En Asamblea Permanente

Pues bien, hoy ese prestigio ganado está en peligro. Un grupo importante de docentes, se declaran a partir de este lunes 5 de abril en asamblea permanente. La razón, de acuerdo con lo expresado por varios docentes a El Cronista.co y a un comunicado expedido por los padres de familia, es que no comparten que la rectora Ofelia Hernández Rojas haya tomado decisiones unilaterales como el de cambiar el plan de estudios, que según los docentes pone en peligro la calidad académica de la institución; otra queja también gira en torno a que la Rectora además de intransigente se muestra soberbia y no escucha a los docentes. Ante esa situación es que surge el temor de que se venga a pique lo construido durante tantos años.

Las exigencias

Los docentes, unos 36, que se declararon en Asamblea Permanente piden a la secretaría de Educación el traslado de la rectora Ofelia Hernández Rojas y de la coordinadora de la primaria Nancy Eugenia Sarmiento. Que no haya retención de salarios contra los docentes ni tampoco se les adelanten procesos disciplinarios.

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Testimonios

“La Rectora así como ha tenido aciertos, también ha sido desacertada en la orientación de los procesos y eso ha traído un desgaste para los docentes, ahí se ha generado una situación que ha agudizado la relación con los profesores”, le contó a este portal un docente que pidió reserva de su nombre.

Otro docente dijo que la rectora “es una mujer bien intencionada, pero se nota que le falta capacidad de liderazgo, se equivocó en no saber transmitir lo que deseaba hacer, llegó a imponer y ese fue su mayor error”.

“Aquí es claro que a la rectora le faltó tener mayor conocimiento sobre el colegio al que iba a llegar. El Leonidas Rubio tiene un prestigio académico que para alcanzarlo no fue fácil, ella debió llegar con más humildad y con seguridad no estaríamos en esta situación”.

“Qué había que corregir cosas, corregir errores, claro que sí, pero era poco lo que había que enderezar, la rectora se equivocó en querer llegar a mostrar resultados de inmediato, con un nivel de exigencia exagerado sin tono conciliador, y eso es lo que estamos pagando ahora con este escándalo, donde está en peligro el prestigio y la imagen de buen colegio que tiene el Leonidas”.

Por lo pronto esperar que este impase tenga la mejor solución y de esa manera se pueda salvar un colegio que le ha dado todo a Ibagué y el Tolima y que como lo escribiera Carlos Orlando Pardo en el 2003 en el diario El Tiempo “Nos resta subrayar ahora, cuando cumple 35 años de tradición, que ojalá esta admirable capacidad de gestión siga su ritmo inalterable para que su ruta sea imitada por otros. Ser útiles al país, servir a la mayoría con humildad y sin arrogancia, tener la responsabilidad en cada paso, es tan solo lo que todos debiéramos, como ocurre en el Leonidas Rubio, para que la tierra y sus frutos sean mejores”.