La celebración del día del tendero la última semana de agosto sirvió para ratificar el compromiso de Fenalco con los propietarios de las tiendas de barrio que ahora no solo compiten contra los supermercados, sino con los nuevos formatos en el mercado como son D1, Justo & Bueno  y Ara, espacios que ya suman a la fecha más de 20 en Ibagué.

Para final de año habrá 40 comerciales de D1, Justo & Bueno  y Ara.

Dentro de las ventajas actuales está la cercanía a los consumidores y servicios diferenciales, en especial el “fiado” que es determinante en la economía de todos los hogares. Sin embargo, de acuerdo a Juan Ernesto Parra, director nacional del programa Fenaltiendas, se necesitan cambios en las actuales formas de comercializar los productos, acceso al mercadeo digital, a herramientas de conexión que permitan fidelizar los clientes que poco a poco migran hacia esas nuevas tiendas.

Las tiendas inteligentes permitirán en un mediano plazo contar con un sistema de inventarios donde estén los productos siempre para el consumidor, con un trabajo diferencial de redes sociales, donde se impacte exclusivamente el sector donde está ubicada, indicó Parra.

Una tienda de barrio atiende un promedio de 40 hogares, un nicho de mercado pequeño y seleccionado que permite conocer de primera mano los gustos y tendencias. Al contar con una buena distribución y los productos de la canasta familiar genera una relación de confianza entre tendero y clientes que llega hasta lo emotivo como plus diferencial.

Otra de las ventajas de las tiendas está en la venta de productos en pequeña escala, proporcionado solo lo necesario en el día a día a los clientes, en especial a los estratos 1 y 2. Sin embargo, su desventaja se centra en la comercialización de  marcas con mucho peso y valores agregados. Mientras que estas nuevas cadenas llegan con marcas propias con los mismos productos tres veces menos su costo en algunas ocasiones, lo que hace pensar dos veces al consumidor final.

Los tenderos seguirán siendo el punto de predilección de compra de los vecinos. Su reto está en innovar en un mediano plazo so pena de empezar a desaparecer, porque las nuevas tiendas tienen músculo financiero, están ubicados en los barrios; productos propios y estrategias agresivas de mercado que terminarán llevándose muchos de los clientes