De hecho, existen rutas alternativas de ensueño que poco a poco son descubiertas por viajeros que buscan conocer a fondo la región. Dependiendo de los intereses y recorridos, podemos toparnos con paisajes salidos de un cuento o ciudades cargadas de historia.

En las líneas siguientes, repasamos 5 destinos alternativos a las rutas turísticas para conocer en un viaje por Francia.

1. Costa azul

Costa Azul o la Riviera francesa es un destino perfecto para conocer Francia y, al mismo tiempo, disfrutar la magia del Mediterráneo. La vista es una explosión de colores, gracias al agua turquesa, las coloridas construcciones y la vegetación diversa.

¿Qué hacer en la región? Podemos conocer el Puerto de Saint-Tropez y disfrutar de una fresca gastronomía local. También es posible practicar buceo y navegar por el Mediterráneo.

2. Estrasburgo

Se trata de un destino muy solicitado para quienes están tramitando su permiso ETIAS para Francia, por su encanto y paz, ya que casi no se ven automóviles. Montar una bicicleta o navegar por los canales de esta ciudad es el plan si queremos inundarnos de belleza.

Su cualidad de colindante con Alemania, hace de esta localidad una aleación arquitectónica y gastronómica sin igual. Recorrerla es una excelente forma de conocer las huellas de la interculturalidad regional.

3. Carcassonne

Si de paisajes de cuentos hablamos, esta villa medieval que rodea el Castillo de Carcassonne sin dudas es una visita obligada. Con solo caminar entre los monumentos y construcciones de hace siglos, aseguramos un viaje en el tiempo.

La región está preparada para la llegada de turistas, por lo que la oferta culinaria es amplia. Sin embargo, para mayor disfrute es conveniente visitarla en verano y coincidir con el Festival de la Ciudadela.

4. Mont-Blanc

No podemos pasar por el país del vino sin contemplar la grandeza del monte más alto de Europa, seamos o no expertos en esquí. Con solo subir al mirador o montarnos en el Teleférico del Aiguille du Midi, vale la pena llegar a la región alpina.

Para los montañistas expertos, sin embargo, escalar hacia la cima es un objetivo hacia el cual apuntar. De hecho, con los años se han trazado y probado diversas rutas para escalar el Mont-Blanc y no son extrañas las expediciones grupales.

5. Burdeos

No podemos dejar de recomendar un recorrido por esta ciudad patrimonial que, además, es el lugar perfecto para degustar los mejores vinos de la región. La historia plasmada en su arquitectura se consagra cuando visitamos el icónico edificio Cité du Vin.

Como centro de la región vitivinícola, la localidad ofrece una gran variedad de vinos de cosecha local que no podemos dejar de probar. Probar las fresas, ostras y quesos del mercado también es un imperdible para el paladar exigente.