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Turismo Sagrado: El viacrucis es nuestro, pero las vacaciones son de ellos

Turismo Sagrado: El viacrucis es nuestro, pero las vacaciones son de ellos

Por José Baruth Tafur G.

Abogado- Especialista U Externado

Maestrante en Comunicación Política U Externado

Mientras en Ibagué los medios pagos y medios oficiales celebran la entrega tardía de unas piscinas que llevaban más de diez años en el purgatorio, el gobierno local en cabeza de su mandataria han decidido vivir su propia Semana Santa... pero a lo bien: Aranda en China y Hurtado en Perú. Porque claro, mientras el pueblo carga la cruz del olvido, la desidia, de los que mandan se toman la libertad de turistear por el mundo, como si la ciudad estuviera marchando sobre ruedas.

Después de todo, ¿quién necesita estar presente para gobernar, verdad? Si desde Chengdú se pueden encontrar “similitudes” con Ibagué, entonces no debe ser tan difícil administrar desde la distancia, entre una visita al Gran Buda y una cata de té.

Y mientras tanto, aquí, en la tierra santa de las promesas incumplidas, nos siguen vendiendo como milagro lo que debería ser mínimo cumplimiento de deberes: la entrega de las piscinas de la 42. Ese mismo que hoy es presentado con moños, drones, discursos y cámaras de medios pagos como si nunca se hubieran hurtado el dinero ¡Aleluya!

No nos dejemos engañar por las fotografías con niños inocentes que utilizara la mandataria para postear en redes sociales. Aparte de la vergüenza que le debe dar a quien entrega una obra tardía de 10 años, surgen nuevas inquietudes como ¿Ya hay plan de mantenimiento para las piscinas? ¿Nuestros deportistas pagaran más? ¿No bastó con años de sueños rotos? Porque si no es así, prepárense: la próxima Semana Santa podría incluir un nuevo viacrucis... esta vez con las piscinas otra vez cerradas por falta de recursos. Eso sí, las fotos quedarán divinas en Instagram.

Y por si fuera poco, el contraste es brutal: la alcaldesa sacando pecho en China hablando de “ciudades inteligentes”, mientras aquí seguimos rogando por alumbrado público en los barrios. ¿Será que en Chengdú también se demoran diez años para entregar una obra y aún así la celebran? ¿O será que aquí nos acostumbramos tanto al abandono que ya hasta lo aplaudimos?

Hoy desde el corazón mostrando sin temor ante el lector de expresar el sentimiento que me invade pidiendo al Dios que está en sus corazones que nos brinde amor por el prójimo, amor por nuestra ciudad, implorando que encienda la llama de sus corazones para lograr sus sueños, pero también implorando por los sueños de todos los que nos rodean, los sueños de nuestra ciudad, hoy es un llamado a que  brindemos  la mano a ese ser que no tiene la misma bendición, que no cuenta con las mismas oportunidades, que Dios nos llene de fuerza para no callar ante la injusticia, ante el hurto, la desigualdad, la desidia, miremos al prójimo con misericordia. Y sí, a veces, incluso, debemos perdonar para soltar y poder avanzar ... aunque duela el perdonar y el avanzar, pero es necesario mi amada ciudad.

Que no se confunda la fe con la ingenuidad. Porque si algo nos ha enseñado esta ciudad, es que no podemos seguir perdonando a quienes no sienten culpa, ni seguir creyendo en quienes sólo se aparecen para la foto con el moño rojo en la mano.

En resumen: los ibaguereños seguimos cargando la cruz, haciendo fila para soñar, y aguantando. Mientras tanto, nuestros líderes viven en modo turista VIP. Aplausos de contratistas que esperan ser agradados a los ojos de su jefe, aunque la obra sea tardía, discursos grandilocuentes y promesas recicladas. Pero no olviden: el verdadero viacrucis no es el que se camina con palmas en las manos, sino el que se vive todos los días en una ciudad que aún espera una verdadera resurrección... pero de la dignidad.

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