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“¿Si fuera clientelista tendría la planta de personal congelada?”: rector de la UT

“¿Si fuera clientelista tendría la planta de personal congelada?”: rector de la UT

El rector Omar Mejía y el delegado del presidente, Andrés Barragán Torres. 

Por Alejandro Hernández


El rector de la Universidad del Tolima, Omar Mejía, convocó a rueda de prensa luego que el delegado del presidente Gustavo Petro ante el Consejo Superior, en entrevista con El Cronista.co, remarcó los hallazgos de la Contraloría Departamental en la gestión de la institución durante la vigencia 2023.

Mejía le respondió al egresado Andrés Barragán Torres, quien tildó a su administración de ineficiente y clientelista. El delegado de Presidencia criticó a la dirección universitaria por los hallazgos relacionados con déficit presupuestal, detrimento patrimonial e ineficiencia administrativa. Lo que no cayó nada bien entre sus compañeros de Consejo Directivo.

Como defensa, Mejía esgrimió que actualmente la universidad tiene 289 personas contratadas por Órdenes por Prestación de Servicios (OPS). Contrario a las 446 que recibió para el 2016 - 2017. Asimismo, aseguró que la universidad disminuyó de 148 a 98 los funcionarios transitorios.

Otro argumento que expuso el rector, en ese sentido, se refiere a la congelación de la planta de personal desde que llegó al cargo en el 2016. Sin embargo, precisamente esto es lo que critican algunos sectores, por preferir otras modalidades de contratación antes que la formalización laboral. “¿Si yo fuera clientelista tendría 200 cargos vacantes?”, les respondió el rector.

Además, en medio de la rueda de prensa anunció la puesta en funcionamiento del software administrativo Sinergia, que le costó a la universidad $1.500 millones. Espera que antes de terminar el año empiece a funcionar por completo. Lo que debería corregir errores administrativos que costaron $132 millones de detrimento patrimonial durante el 2023.

El rector Mejía respondió a estos y otros temas consultados por medios de comunicación; todos temas relacionados con la entrevista que el Delegado presidencial concedió a El Cronista.co.

¿Cuál es su pronunciamiento ante las aseveraciones del Delegado presidencial?

Omar Mejía: Respeto y entiendo los representantes de los diferentes estamentos universitarios; cada uno de ellos tiene que defender sus estamentos y a quienes los han delegado. En el caso del representante del señor Presidente, me asiste la responsabilidad de defender la institucionalidad, el trabajo que hace todo el equipo directivo. Nos asiste el deber de informar correctamente las cosas, esperaríamos que lo hicieran también los otros representantes y delegados, pero desafortunadamente los informes que se presentan son interpretados de diferente manera. En muchas ocasiones esto afecta la institucionalidad.

¿Por qué el informe refiere que no implementan los planes de mejoramiento?

Omar Mejía: No desconocemos la gravedad e importancia de los informes que nos presentan los entes de control. No desmeritamos eso. Pero también es importante que tengamos en cuenta cómo ha avanzado la universidad. Cuando hablamos de planes de mejoramiento, no solo debemos mirar los que nos toca ahora, sino los que hemos hecho desde que llegamos a la dirección. Si no hubiéramos hecho planes de mejoramiento no estaríamos como estamos, con la acreditación de alta calidad, y no tendríamos los programas y políticas que hemos realizado.

Sin embargo, la Contraloría refiere que los hallazgos persisten.

Omar Mejía: Si la Contraloría encuentra ahora 24 hallazgos, es porque anteriormente hemos tenido otros. Cuando dice que se han reiterado, es porque hemos tenido no solo esos sino también otros, y hemos avanzado significativamente en el mejoramiento de la institución. Varios de los hallazgos se mantienen, pero también es bueno conocer como ha avanzado la universidad con sistemas de información, con manejo de recursos, en las políticas y programas. Hay que tenerlas en cuenta de acuerdo con el contexto, se nos ha olvidado que estuvimos en pandemia y con un paro en el 2021.

¿Qué comentario le merecen las denuncias de burocratización y clientelismo?

Omar Mejía: No podemos hablar de irregularidades en contratación. Cuando hablamos de OPS hay que mirar que ahora tenemos casi la mitad de las que había cuando llegamos. Además, en la planta de personal tenemos más de 200 cargos vacantes. Desde el 2016 congelamos la planta de personal. ¿Una universidad ‘clientalizada’ tendría 200 cargos vacantes? Si yo fuera clientelista y hubiera puesto la universidad a disposición de grupos políticos, llenaría esos 200 cargos. Pero eso no se informa correctamente.

¿Cuántas son las OPS que tiene hoy la UT?

Omar Mejía: Cuando llegamos había más de 400 OPS, y hoy hay casi la mitad; más de 140 en personal transitorio y actualmente poco más de 100. Es decir, tenemos menos con relación al 2016 (…) También tenemos que ver que la universidad ha crecido. Recibimos menos de 17.000 estudiantes y hoy tenemos casi 24.000. Además, teníamos menos profesores de planta y catedráticos. Tenemos casi 20 programas más. Eso requiere personal. Lo que pasa es que no hemos utilizado la figura de la planta de personal por su costo y hemos preferido la transitoriedad y las OPS, pero con mucha responsabilidad.

También hay denuncias sobre ajustes de perfiles para favorecer familiares de directivos y de grupos políticos…

Omar Mejía: Tenemos más de 3.000 trabajadores de diferentes modalidades. Es muy difícil, en una ciudad como esta, que se contrate a alguien y no tenga una relación con alguno de los integrantes de la comunidad universitaria. Es muy complicado. En la universidad trabajan familias. Mi anterior esposa es profesora de planta, porque llegamos por concurso. Muchos profesores, funcionarios de planta y contratistas tienen familia al interior de la universidad. Es muy difícil controlar eso. Lo que sí se controla es que no haya inhabilidad o incompatibilidad. Eso no se permite.

¿Y sobre los ajustes de perfiles?

Omar Mejía: Eso no es cierto. Nosotros hemos implementado unos controles muy rigurosos en lo que tiene que ver con la vinculación de personal, quienes tienen que cumplir con los perfiles. La mayoría de perfiles vienen desde antes de nosotros llegar a la rectoría. Y no se han cambiado porque la planta está congelada. También hemos implementado de pagarle a un contratista lo que se paga a un profesional con el mismo perfil, para que no haya tantas diferencias. No es cierto que arreglemos perfiles, no tenemos necesidad de hacerlo.

Más allá de interpretaciones, el informe de Contraloría es claro en hablar de ineficiencias administrativa que causaron el detrimento patrimonial ¿Ustedes lo reconocen?

Omar Mejía: Hay que entender la dinámica de la universidad, cómo ha evolucionado en los últimos años. Cuando llegamos a la universidad no había sistemas de información, todo era manual. Venimos trabajando en unas soluciones que nos permiten tener la tranquilidad de que esas cosas se van a hacer a través de plataformas. Venimos trabajando en la implementación del sistema Sinergia, pero eso no se hace de la noche a la mañana. Eso requiere mucho tiempo.

Pero de eso hace seis años…

Omar Mejía: Efectivamente empezamos con eso en el 2018, pero a la gente se le ha olvidado los años de pandemia. Firmamos en el 2018, pero empezamos en el 2019, después en el 2020 nos encerraron. En el 2021 tuvimos la universidad cerrada casi todo el año por las movilizaciones sociales. Todo eso se informó en el Consejo Superior, pero hay quienes no lo dicen de esa forma. Ya en el 2022 cambiamos el Plan de Desarrollo y hubo que reconfigurar todo el sistema. No es cierto que eso se haya perdido. Esperamos que en este mismo año nos quedemos solo con el sistema.

¿Es cierto que el Secretario General coarta la participación del Delegado presidencial en el Consejo Superior?

 Omar Mejía: El dar la palabra no es responsabilidad de él, que es el secretario técnico del Consejo Superior, y la presidenta del Consejo es la que da la palabra y establece el orden del día. Quien preside el Consejo es la delegada de la señora Gobernadora. Pero por parte de ella ha habido mucho respeto hacia todos los integrantes del Consejo Superior; ella fue secretaria general de la universidad, pero no tiene ninguna inhabilidad. Hay que conocer el reglamento del Consejo, sino conocen no saben hacer proposiciones ni cómo actuar dentro de un Consejo Superior.

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