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Rector de la Universidad del Tolima, Omar Mejía, decidió apartarse del Cargo

Omar Mejía se aparta del cargo de rector de la UT en medio de escándalos y presión estudiantil.
Tras semanas de creciente presión institucional y pública, el rector de la Universidad del Tolima, Omar Mejía Patiño, anunció oficialmente que se apartará temporalmente del cargo, mientras se esclarecen las denuncias que pesan sobre su administración, entre ellas, una por presunta violencia laboral basada en género interpuesta por su exesposa, la docente Inés Yohanna Pinzón.
El anuncio fue hecho a través de un comunicado dirigido a la opinión pública este martes 13 de mayo, cuando había convocada, en el Auditorio de la Academia, una rendición de cuentas ante el estudiantado que exigía su presencia.
En su carta, Mejía aseguró actuar con transparencia y rectitud, rechazó categóricamente los señalamientos en su contra y explicó que su decisión de solicitar una figura administrativa para apartarse del cargo busca brindar “plenas garantías” a las autoridades competentes para que adelanten las investigaciones con objetividad. También señaló que su familia ha sufrido afectaciones emocionales por la situación y que priorizará su bienestar durante este proceso.
“He sido objeto de señalamientos profundamente dolorosos, en los que se me acusa de hechos que no corresponden a mis principios ni a mi conducta, por los que jamás en mi vida he sido acusado”, expresa Mejía en el comunicado.
Asimismo, hizo un llamado a la Universidad para continuar el camino institucional, destacando logros como la acreditación de alta calidad renovada hasta 2030, y pidió avanzar en la actualización del protocolo de atención a las violencias basadas en género.
Un rector en el ojo del huracán
La decisión de apartarse del cargo ocurre en un momento crítico para la gobernabilidad de la UT. Desde que la denuncia por violencia de género se hizo pública, la Unidad de Género ha sido señalada de inoperancia y revictimización, especialmente tras declararse impedida para investigar, alegando conflicto de interés por haber sido creada por el propio rector denunciado.
A esto se suman otros episodios que han debilitado la imagen de Mejía: presuntas contrataciones amañadas, despidos arbitrarios y acusaciones de presunta inoperancia ante casos de acoso sexual dentro del campus. En paralelo, el movimiento estudiantil ha exigido su renuncia, señalando que la falta de acciones institucionales ha dejado a las víctimas sin garantías ni justicia.
Lo que viene
Con la salida temporal de Mejía, la Universidad del Tolima entra en una nueva fase de incertidumbre. El Consejo Superior deberá decidir quién asumirá el liderazgo institucional en este periodo, mientras la comunidad universitaria exige cambios estructurales, especialmente en la política de género.
El caso sigue generando amplio interés a nivel regional y nacional, no solo por el alcance de las denuncias, sino por lo que representa para el debate sobre la integridad institucional, la protección de derechos y el papel de las universidades frente a las violencias basadas en género.
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