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Recibos de gas impagables: aumentos desbordados golpean a los ibaguereños

Ejemplo del costo elevado que tienen los recibos de Alcanos en la facturación.
Hace menos de dos semanas, líderes del sector gasífero en Colombia advirtieron sobre un inminente aumento en el precio del gas a partir de febrero, afectando varias regiones, entre ellas el centro del país. Sin embargo, la magnitud del ajuste tomó por sorpresa a los usuarios, quienes hoy enfrentan facturas hasta tres veces más altas que en meses anteriores.
Para muchas familias, estos incrementos han convertido el pago del servicio en una carga insostenible, obligándolas a reducir gastos esenciales. En el sector gastronómico, los restaurantes han comenzado a replantear sus costos, lo que podría traducirse en un alza en el precio de los menús.
Un mercado especulativo y de corto plazo
El presidente del Grupo Energía Bogotá, Juan Ricardo Ortega, ha señalado que el mercado del gas en Colombia se ha vuelto altamente especulativo y opera sin contratos a largo plazo, lo que contribuye a la volatilidad de los precios. A su juicio, la reciente resolución que busca flexibilizar los contratos entre productores y comercializadores tendría un impacto limitado en la reducción de tarifas.
Expertos como el exministro de Minas Amylkar Acosta coinciden en que la única forma de contener el alza es fortaleciendo la producción y aumentando las reservas nacionales. De lo contrario, la dependencia del gas importado, cuyo precio puede ser hasta 8 dólares más caro por cada millón de pies cúbicos, seguirá encareciendo el servicio.
Un consumo creciente y más importaciones
Actualmente, el país consume cerca de 900 millones de pies cúbicos de gas diarios, de los cuales 40 millones provienen del extranjero, representando un 4% del total. En departamentos como Cundinamarca y Boyacá, la comercializadora Vanti anunció un incremento del 36% en la tarifa, atribuyéndolo a tres factores: encarecimiento de la molécula, necesidad de importación y costos de transporte elevados.
Desde una de las principales comercializadoras —que prefirió no ser identificada— explicaron que la medida de flexibilización busca modernizar el mercado y mejorar la transparencia en la oferta y la demanda. No obstante, también abre la puerta a una mayor importación de gas, lo que, en su opinión, inevitablemente seguirá encareciendo el servicio.
¿Solución a la vista?
Para Julio Vera, director de la fundación Xua Energy, la clave para estabilizar los precios es fortalecer la producción nacional. “Colombia tiene el potencial para aumentar su oferta interna, pero se requieren políticas claras que impulsen la exploración y explotación de nuevos yacimientos”, afirmó.
Mientras tanto, los usuarios siguen a la espera de una solución que alivie el impacto en sus bolsillos. Con contratos a largo plazo próximos a vencer y una creciente dependencia del gas importado, el panorama no parece alentador: las tarifas podrían duplicarse o incluso triplicarse en los próximos años.
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