En su estilo característico altanero y rabioso, el exsecretario de Gobierno de Gobierno de Ibagué, Milton Restrepo, a través de sus redes sociales se vino lanza en ristre contra el exgobernador del Tolima Ricardo Orozco, a quien calificó, entre otras cosas, de ser el peor gobernador del Tolima.

Conociendo su talante de ultraderechista soberbio no nos sorprendió ni mucho menos nos aterró la jerga utilizada para descalificar a Orozco, es la misma que siempre ha empleado para agredir a las personas. En los pronunciamientos de Restrepo nunca vamos a encontrar la ecuanimidad, la sindéresis, el respeto ni mucho menos el reconocimiento a la labor que haya cumplido una persona que se encuentre entre sus malquerientes. Y en esta oportunidad, el blanco de los ataques furibundos y aleves fue el exmandatario seccional.

Consideramos que para criticar y destruir a las personas como lo hace Restrepo, se debe tener la suficiente autoridad moral y ética, y haber sido ejemplo de trabajo o de acciones que, por sí solas, se defiendan y estas virtudes no han sido precisamente, las que pueda exhibir el exfuncionario de Andrés Hurtado, uno de los exalcaldes más cuestionados y polémicos que ha tenido la ciudad de Ibagué; padre de los dudosos y sospechosos procesos de contratación pública como el fantasmagórico puente de la 60 por ejemplo.

A falta de argumentos, ideas y planteamientos serios y sustentados, los epítetos, gracejos y las expresiones altisonantes, dominan la procacidad de las críticas de Restrepo, donde hábilmente se acude a las frases acomodaticias, y en algunos casos, con sorna y falacia.

Además, de creerse el puritano y poseedor de la verdad, también se considera con poderes omnipotentes para etiquetar, procesar y condenar a sus víctimas con su discurso de odio y engañoso. ¿Una estrategia para llamar la atención?

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Pero como la “mujer del César no solo debe serlo sino parecerlo”, según la narrativa de la historia romana, el señor Milton Restrepo debe demostrar que  no está inmerso en ninguna sospecha como aquella escandalosa y fallida contratación del software de seguridad para Ibagué, conocido como “Ojo de Dios”, por cerca de siete mil millones de pesos, que fue cancelado por la alcaldesac el secretario de Gobierno Edward Amaya y la mandataria local.

Restrepo no puede flagelar a nadie, cuando también tiene su carga de pecados.

Solo para refrescarle la memoria al exsecretario de Gobierno de Hurtado, tendremos que decirle que el exgobernador Ricardo Orozco, ha sido uno de los más destacados en implementar programas de seguridad no solo en el departamento sino en su capital.

Cuando Orozco se desempeñaba como secretario de gobierno del hoy senador Óscar Barreto en 2016-2017, a través del gobierno nacional gestionó la suma de 12 mil 500 millones de pesos, para las primeras 220 cámaras de seguridad para Ibagué, siendo alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez. Luego siendo gobernador, compró otras 293 cámaras de última tecnología para completar 500, para una inversión cercana a los 30 mil millones de pesos en materia de video-vigilancia para Ibagué.

Entonces tenemos que todas las cámaras de vigilancia que tiene Ibagué, se le debe a la gestión de Orozco, y no a ninguna autoridad municipal, incluyendo al propio Milton Restrepo y su jefe Hurtado. Más claro para dónde.

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Pero no hay que desconocer que el exgobernador Orozco tiene otros logros en su haber: la rehabilitación de la clínica El Limonar, hoy sede del hospital Federico Lleras y la dotación del principal centro hospitalario de Tolima con equipos de alta complejidad, donde se invirtió una suma de 150 mil millones de pesos; en materia de educación, se cuenta la gratuidad en matrículas en los establecimientos públicos incluyendo la enseñanza superior desde el año 2020 hasta el 2027, por un valor de 180 mil millones de pesos, que incluyen vigencias futuras comprometidas 2024-2027.

En obras de infraestructura se pueden mencionar la pavimentación de 160 cuadras en Ibagué, por un valor de 50 mil millones de pesos; el complejo acuático del Parque Deportivo, 45 mil millones de pesos; la pavimentación Ibagué-Juntas, 20 mil millones de pesos; la remodelación del coliseo menor, que es mejor que el llamado mayor, 14 mil millones de pesos; la inversión de 10 mil millones de pesos en el edificio de aulas inteligentes de la Universidad del Tolima.

Estas obras entre las que nos acordamos, realizadas por gestión de Orozco en Ibagué. Faltan las de los restantes 46 municipios del Tolima.

La dignidad de las personas se debe respetar, y para hacerse notar en los medios se deben buscar otras estrategias distintas al agravio, la mentira y el insulto.

Pensamos que Milton Restrepo, debe tomar píldoras para la memoria, y en lo posible, controlar su estado de ánimo ciclotímico.