Durante más de dos décadas, Álvaro Uribe Vélez y Gustavo Petro han encarnado polos opuestos de la política colombiana: el primero, el líder más reconocido y polémico de la derecha; el segundo, hoy presidente, el más visible y controvertido referente de la izquierda.

Recientemente, Petro se pronunció frente a la 'jornada de análisis académico' realizado en la Universidad Externado, su alma máter, en el que varios juristas y opinadores criticaron la sentencia condenatoria de la jueza Sandra Heredia contra el expresidente Uribe, por soborno de testigos y fraude procesal.

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Para Petro, una institución que se ha definido como liberal y formadora de librepensadores no debía prestarse a lo que él llamó ataques “alevosos” contra una jueza que cumplió con su deber. “Ensuciaron la justicia, insultaron a una juez, para salvar a quien se acusa de masacres” concluyó el presidente, quien manifestó profunda tristeza por lo ocurrido. 

Fue entonces cuando el expresidente condenado por Heredia, respondió con ironía al mandatario Gustavo Petro en medio de la polémica por los presuntos ataques contra la jueza Sandra, “Un Presidente que solo respeta por miedo a bandidos que son sus benefactores no merece título ni de la Universidad que graduó a la Peliteñida de Betty la Fea”, escribió en su cuenta de X Álvaro Uribe Vélez.

La confrontación escaló con un extenso mensaje de Petro, quien acusó a Uribe de haber alentado un “genocidio por odio político” vinculado a intereses económicos y despojo de tierras. Además, reivindicó el papel de las mujeres en la justicia y comparó a la jueza Heredia con la heroína Policarpa Salavarrieta. “Claro que la defiendo (…) hoy ella está como estuvo Policarpa en la plaza de Mártires en Bogotá”, señaló el jefe de Estado.

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Petro también lanzó duros señalamientos sobre presuntos nexos del expresidente Uirbe con narcotráfico y paramilitarismo, evocando nombres como Pablo Escobar, los Ochoa y las Convivir. “A mí no me abrazó Pablo Escobar, ni me subí en el caballo del viejo Ochoa (…) ni le di papeles para actuar con armas contra los campesinos”, afirmó.

A pesar del fallo condenatorio que lo sentencio a 12 años de recusación domiciliaria proferido por la jueza Heredia, Álvaro Uribe permanece en libertad gracias al fallo de una cuestionada tutela, aunque sin haber sido absuelto, condición que mantiene abierto el debate jurídico y político en torno a su caso.