Fueron cinco los proyectos ganadores, y entre ellos aparece el Grupo Ecox del Tolima, que proviene del municipio de Rioblanco. Se trata de una invención que utiliza los desechos de las cerezas del café, convirtiéndolos en un producto alimenticio valioso a través de conservas.

Ecox convierte la cereza del café en materias primas para productos como dulces, mermeladas, tortas y salsas para carne. Esto no solo reduce la contaminación de fuentes hídricas por la mala disposición de residuos, sino que también genera ingresos adicionales para las familias campesina.

“Le damos sabor dulce al territorio con este producto que sale de las productivas montañas de Puerto Saldaña. El sabor de la cereza del café contribuye para que cada día en nuestro territorio haya una oportunidad de seguir aprendiendo a vivir”, dicen en la presentación del proyecto el Grupo Ecox.

La docente Nancy Bonilla, la “promotora del cambio”, líder del grupo destaca que “Desde Puerto Saldaña, un rincón del universo hemos venido construyendo territorio, hemos dado sabor al dulce de la cereza y hemos venido construyendo aún más nuestro tejido de la vida”.

El Grupo Ecopetrol y Econova invirtieron en esta iniciativa $1.490 millones, representados en dinero y especie, además de $283 millones adicionales que aportó Qüid Lab para financiar los proyectos ganadores, con el apoyo también del Banco Mundial.

Los otros ganadores fueron Ecolocos, un grupo de jóvenes bogotanos quienes en su invento utilizan la esponja de cabello humano para recoger residuos de hidrocarburos.

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“Buscamos limpiar residuos hídricos de aceite o hidrocarburos por medio de esponjas de cabello, que tienen además una estrategia de economía circular ya que, al terminar su vida útil, las convertimos en fertilizantes', explicó Camilo Muñoz, uno de los jóvenes participantes.

Otro grupo ganador, de los 5 seleccionados, está Aerogenerador. Es un aparato que utiliza el viento producido por el paso de automóviles en las carreteras para generar energía renovable.

El sistema comprende una serie de hélices de aluminio que se mueven con las ráfagas de viento expulsadas por los carros al transitar, y que permiten generar energía. El dispositivo se complementa con paneles solares que alimentan pantallas LED donde se proyectan mensajes que promueven la seguridad vial.

“Pudimos desarrollar una tecnología que emplea energías renovables y puede salvar vidas en las carreteras', aseguró Emmanuel Monsalve, uno de los creadores del proyecto, de Girón, Santander.

FoodNergy. Esta iniciativa produce biogás a partir de residuos orgánicos.  Enernet. Empresa de Santander que desarrolló un generador de electricidad