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Los enredos de los escenarios deportivos de Ibagué

Los enredos de los escenarios deportivos de Ibagué

La ineptitud del alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, se refleja casi en todas sus acciones. La última de ellas, el proceso de contratación de construcción o adecuación de las piscinas olímpicas de la calle 42, que se declaró desierta debido a los errores que, desde un principio, se cometieron no obstante de haber sido advertidos por diversos sectores, entre ellos, cinco veedurías agrupadas en ReDeport.

Esta red de veedurías ciudadanas y de control social para el seguimiento al estado de los proyectos orientados a garantizar la culminación de los escenarios deportivos de Ibagué, le señaló cinco fallas garrafales que tenía este proceso: 1. Documentación que no aplica: El pliego licitatorio que se supone bien estudiado y documentado debido a la importancia del objeto contractual se involucran archivos de otros escenarios deportivos que nada tienen que ver con la licitación. Archivos que por línea de tiempo no aportan información actualizada sobre áreas a intervenir y registro fotográfico que no muestra la realidad actual del estado del escenario evidenciado en estudios de suelos, ensayos de materiales metálicos y memorias de cálculos.

En el segundo punto señala la veeduría RedDeport, relacionado con el pilotaje para soporte de graderías, que se evidencia: “Dentro de los 166 archivos subidos en el proceso licitatorio, 10 son repetidos. Ningún documento de acuerdo con la Curaduría da continuidad para evitar pérdida de tiempo a la implantación de los pilotes faltantes (17.5 % aprox.) y lo que género en el pasado la no continuación, y finalización de la obra con HIDRIPAV, llevando a sanciones ya conocidas debido a las características de terreno”.

También incluyen observaciones en lo que se refiere a la carpintería metálica, el presupuesto de remodelación de las piscinas y la licitación con tres diseños “diferentes arquitectónicos para el mismo escenario, evidenciado esto en los planos subidos en la documentación aportada y donde se ve como extrañamente la parte Eléctrica, Voz y Datos, están diseñados sobre una distribución Arquitectónica diferente a la Red Hidráulica y algunos espacios cambian su funcionalidad. Igual pasa con las variaciones en la parte sur tras el área de Clavados donde en unos planos continúa figurando como baños para personas con Discapacidad y en otros será área para descanso de deportistas”, dice la red que aglutina a las cinco veedurías.

Como se observa, son errores primarios que saltan a la vista de cualquier ciudadano sin conocimientos de ingeniería ni arquitectura. Da la sensación que los pliegos de la licitación fueron elaborados a los trancazos; pero además, no prestaron atención a quienes oportunamente les advirtieron las fallas.

Con razón, y ante tanta chambonada de la administración municipal, no se presentó ningún proponente ya que las observaciones fueron también colgadas a la documentación publicada en el Secop, y por ende ninguna compañía de seguros ni ningún contratista se atrevió a expedir pólizas ni a ganarse esa licitación.

Es bueno recordar también, que los casi 14 mil millones de pesos de costo de esta obra, vienen en caja desde la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo, y que el actual mandatario local es malito para gestionar recursos del gobierno nacional, solo sabe endeudar a la ciudad con la complicidad de los concejales de la coalición de gobierno. 

Pero a esta situación tan lamentable del fracaso de la licitación, también se agrega la opinión de quienes sostienen que las fallas que se cometieron desde la primera remodelación del escenario en manos del funesto “Chatarrero”, en la administración de Luis H., son estructurales y que todo arreglo y mejora que se realice es tiempo y dinero perdido.

Que es mejor que las actuales piletas se adecuen como centros de entrenamiento para escuelas de natación y para competencias paralímpicas. Y que se piense mejor en la construcción de unas nuevas piscinas olímpicas y de saltos con las especificaciones de la Federación Internacional de Natación (FINA), en el complejo acuático del Parque Deportivo, tal y como lo está proponiendo el gobernador Ricardo Orozco y el gerente de Indepoertes Alexander Castro.

Pero como la terminación y construcción de los escenarios deportivos de los fracasados Juegos Nacionales Ibagué 2015, va más allá de las piscinas olímpicas, esperemos a ver el avance de las obras del llamado coliseo mayor y cuando se realizará la primera adición presupuestal a este contrato de más de 43 mil millones de pesos, para que los ibaguereños nos percatemos de cuánto en realidad nos constará esa obra que algunos de sus áulicos llaman será “el mejor coliseo de las Américas”.

Esperemos a ver si los alzafuelles que tiene el alcalde Hurtado en algunos medios de comunicación tienen la razón de sacarlo en andas y recorrerlo por las calles como el salvador de Ibagué, o si por el contrario, estamos ante una nueva versión, corregida y aumentada de Luis H. Rodríguez.

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