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La mujer que arriesgó su vida por rescatar animales en el incendio de la 19

La mujer que arriesgó su vida por rescatar animales en el incendio de la 19

Yurany Vanegas en el sitio donde rescató a la gata Sol.

El dantesco incendio ocurrido el pasado viernes en la calle 19 de Ibagué dejó imágenes que perdurarán por décadas en la memoria colectiva de la ciudad. Una de ellas fue la de una mujer que arriesgó su propia vida para salvar a los animales amenazados por las llamas.

Esa mujer es María Yurany Vanegas Moreno, una ibaguereña de 31 años que puso en peligro su integridad con tal de rescatar a los indefensos animales. Las imágenes dejaron testimonio de la valentía con la que ingresó al inmueble y salvó con vida a Sol, una gata que sobrevivió a la espantosa tragedia.

Yurany fue la luz de esperanza para Sol y otro perrito, a quienes rescató mientras los comerciantes de la zona trataban de poner a salvo su mercancía. Sin ser residente del sector, ni tener ningún parentesco con las familias afectadas, Yurany se desplazó hasta el lugar para ayudar en el rescate de los animales que estaban en riesgo de perecer por el fuego o ahogados pro la humareda.

“Lo primero que pensé fue en ayudar y salvaguardar la vida de los seres sintientes. Siempre he tenido muy intrínseco el llamado a cumplir con la labor social, y no lo pensé ni dos veces con tal de salvar una vida. La adrenalina y el deseo de ayudar bloquearon todo el miedo”, cuenta Yurany.

Ella, una de las heroínas de la jornada, ingresó al inmueble a través de una escalera externa que ascendía hasta las ventanas del segundo piso. En medio de la humareda, la ceniza y algunos focos de incendio, tuvo que buscar a Sol, quien se había ocultado presa del pánico. El maullido que Sol emitió tras escuchar su nombre, sirvió para que Yurany iniciara el temerario rescate.

“Estaba atrapada en medio de drywall y tuve que romperlo con mis puños para sacarla. Encontré muchas cosas caídas, toda la casa parecía un horno, había tres pipas de gas a punto de caerse, casi no se veía, el humo era denso, quemaba la piel: en ese momento sí me asusté, porque estaba en riesgo mi vida, pensé en mi familia, mis animales”, reconoce Yurany.

Sin embargo, ni siquiera el miedo ante la muerte frenó su deseo de rescatar a Sol. “Jamás consideré en abanador a Sol porque sabía que había una familia esperándola también. No me sentiría nada bien pensando que dejé a un ser vivo esperando ayuda”, remarca.

El Cronista.co captó ese día los rostros de felicidad de los dueños de Sol cuando Yurany la rescató. El rostro se les iluminó, la alegría los invadió, pese a la tragedia familiar y económica por la que pasaban. Con el rescate de Sol, Yurany les ayudó a por lo menos no perder un integrante de su familia.

Sol estaba dominada por el miedo cuando la rescataron. Quedó con cierta inestabilidad emocional a causa del caótico episodio. No obstante, por fortuna sus lesiones físicas fueron menores.

“Tuvo un choque emocional fuerte, quedó un poco traumatizada. Cuando la rescatamos casi no podía respirar, estaba muy asfixiada, tenía heridas en las patas, en su nariz, pero afortunadamente no tenía ninguna fractura ni quemadura de mayor consideración”, asegura la rescatista.

Sol ahora se encuentra en El Espinal. Sus dueños lo perdieron casi todo por culpa del incendio, por lo cual tuvieron que buscarle un hogar de paso con algunos parientes. “Se encuentra sana y salva. Sí valió la pena arriesgar la vida así, siempre vale la pena hacer labor social”.

Yurany es ibaguereña, nacida y criada en el popular barrio Los Mártires. Sus orígenes son indígenas, pues su madre es de Ortega, Tolima. Impresiona por su energía vital. Es una abogada egresada de la Universidad del Tolima. Es una deportista de alto rendimiento, que ha representada a su departamento con la disciplina del karate. Es una modelo de protocolo. Y, como si fuera poco, también es rescatista de animales.

“El rescate de animales ha sido de toda la vida. Desde niña he rescatado animales silvestres y domésticos. Me produce una satisfacción impresionante, me encanta esto, me apasiona, hago esto a cualquier hora del día, he trasnochado, he madrugado, lo hago con todo el amor del mundo”, expresa.

¿Qué gana un rescatista? ¿Les pagan por los rescates? ¿Qué obtienen a cambio? Son interrogantes que para algunos generan suspicacia. “Para nada se gana plata, y menos cuando uno se queda en casa con los rescates: tengo 8 perros y 4 gatos, que traen gastos económicos muy altos. En esto no se gana nada económico, se gana es la satisfacción emocional de hacer las cosas bien”, les contesta Yurany.

Sus rescates son de vieja data. Yurany es una de las animalistas más reconocidas en Ibagué. “He tenido inconvenientes físicos, me han mordido, me he caído, me han pasado muchas cosas por hacer rescates. No es la primera vez que hago rescates, pero sí la primera vez en un incendio”, acota.

De hecho, su labor fue reconocida en octubre del 2023, cuando se lanzó al Concejo de Ibagué. No ganó, pero sus resultados sorprendieron a muchos. Obtuvo más de 1.600 votos, fue la segunda votación más alta del partido AICO, con una campaña muy austera, basada apenas en el reconcomiendo de su desinteresada labor como animalista.

“Voy a seguir rescatando, haciendo lo que me gusta, lo que siempre he hecho, y lo que, si Dios y la vida lo permiten, haré hasta el último día de mi existencia”, sentencia.

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