El suceso, que desató una ola de indignación nacional, es tratado como un caso de maltrato animal agravado y apunta a ser un aparente ritual de santería o brujería.

El animal, que según residentes era un canino sin dueños, no fue ahorcado con un lazo, sino con un alambre liso que penetró la parte del cuello. El comandante del Cuerpo Voluntario de Bomberos de Natagaima, Ernesto Navarro, detalló que, rodeando a la perra, se encontraron cinco gallinas muertas. Estas aves aparecieron en forma de círculo, con el pescuezo cortado y las patas amarradas. Medios locales también reportaron la presencia de vasos con sangre y cruces cerca del cuerpo.

El hallazgo, ocurrido a finales del mes de octubre y cercano a la celebración de Halloween (la "noche de los brujos"), intensifica las sospechas de que se trató de un acto de brujería o santería, algo que el comandante Navarro calificó de "maligno". Conocedores de estas prácticas creen que la perra y las gallinas fueron ofrendadas para invocar favores de espíritus, aprovechando la fecha propicia para la apertura de “portales energéticos”. De acuerdo con Navarro, si el responsable solo hubiera querido matar al animal, lo habría enterrado; la disposición de los cuerpos sugiere claramente un ritual.

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Indignación y Respuesta Institucional

La noticia provocó una inmediata y fuerte reacción. La senadora Andrea Padilla, reconocida activista por los derechos de los animales, utilizó su plataforma en Facebook para hacer público el horrendo suceso. Aunque la imagen comenzó a circular hacía pocas horas, la legisladora enfatizó la falta de datos concretos sobre la fecha exacta y la identidad de los responsables.

“Desde ayer circula esta imagen; dijeron que el hecho atroz ocurrió en Natagaima, Tolima. Sin embargo, no hay información que permita establecer cuándo ocurrió ni quién lo hizo. Por favor, si saben algo, infórmenle a la Policía del Tolima y a la Administración Municipal” urgió la senadora Padilla, poniendo el foco de la investigación directamente sobre las autoridades departamentales y municipales.

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Tras este hecho que subrayó la gravedad y el impacto del incidente, la Administración Municipal de Natagaima emitió un Comunicado a la Opinión Pública, rechazando de forma categórica el acto. La alcaldesa Astrid Pava Yara calificó el suceso como un "acto de crueldad" perpetrado por "personas inescrupulosas" y lo catalogó como "repudiable y cobarde". El pronunciamiento oficial no solo condenó el maltrato, sino que también estableció un claro precedente: "Ninguna forma de maltrato animal puede ser tolerada en una sociedad que busca la convivencia pacífica, el respeto y la empatía", afirmó la Alcaldía en el documento.

Llamado a la Ciudadanía

La administración de Natagaima hizo un llamado explícito a la ciudadanía para que denunciara cualquier información relevante ante la Policía y los organismos competentes.

Un equipo de la Policía Nacional se trasladó desde Ibagué para investigar el caso. La alcaldesa Pava Yara recordó a la comunidad las severas sanciones que contempla la legislación colombiana para el maltrato animal, señalando que la Ley 2455 de 2025 establece penas de hasta nueve años de prisión para quienes cometan actos de crueldad.

La Secretaría de Gobierno Municipal manifestó su repudio y exigió celeridad para identificar y capturar a los responsables. Los habitantes de Natagaima han expresado su sorpresa, pues se trata del primer caso de este tipo en la zona.