El Banco de la República informó que mantendrá la tasa de interés en 9,25%, decisión adoptada por la mayoría de los miembros de la junta directiva, quienes señalaron que esta medida busca mantener una postura cautelosa en la política monetaria.

Ante esta determinación, el presidente Gustavo Petro reaccionó a través de un mensaje en la red social X, en el que aseguró que no se está manteniendo la tasa, como afirma el Banco de la República, sino que “en realidad están subiendo la tasa de interés real, porque la inflación bajó el mes pasado”. Añadió que Estados Unidos y el Reino Unido reducirán sus tasas de interés, lo que, según, el mandatario podría desencadenar una revaluación peligrosa para el país.

Petro también afirmó que el Banco de la República “es dependiente de los intereses de los propietarios del capital financiero” y sostuvo que “quieren frenar a Colombia por razones políticas, para ver si la gobernanza paramilitar regresa”.

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Asimismo, señaló al exministro José Antonio Ocampo como responsable de la situación, al indicar que fue él quien recomendó a la persona que hoy ocupa un cargo en la junta directiva. “Yo, estúpidamente, acepté. Dijo que era progresista, qué barbaridad”, expresó el presidente.

Agregó que ese fue “quizás el peor error” de su gobierno, al afirmar que pudo haber tenido la mayoría de la junta directiva alineada con “los intereses del pueblo trabajador”, pero confió en la recomendación de Ocampo.

El jefe de Estado también se refirió al caso de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), al asegurar que “los economistas del poder no van a la cárcel”, mientras que a quienes piensan la economía desde la economía política “los quieren llevar a la cárcel por orden del banquero”.

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Sobre el exministro de Hacienda Ricardo Bonilla, hoy procesado por el escándalo de la UNGRD, el presidente salió en su defensa y sostuvo que “lo engañaron los adoradores de Uribe”, así como a él lo hicieron sectores que se presentaban como de centro.

Finalmente, el mandatario afirmó que, en lugar de articularse al programa de gobierno elegido por el pueblo, algunos sectores decidieron sabotearlo, y señaló que cualquier alianza política debe construirse sobre objetivos claros en favor de la ciudadanía, con miras a fortalecer el Estado social de derecho y una economía social de mercado con regulación estatal en sectores estratégicos.