Continua la discusión para llegar a un acuerdo sobre el alza del salario mínimo legal vigente en Colombia para este 2026. Las posiciones entre sindicatos y gremios empresariales siguen distantes, lo que mantiene estancada la mesa de concertación liderada por el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino.

Sindicatos piden un aumento del 16%, que llevaría el salario mínimo a $1.651.260 (sin auxilio) y $1.883.260 (con auxilio de transporte) un aumento de 227.760 respecto al S.M.L.V. de 2025.

El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, reiteró que las centrales obreras no están dispuestas a negociar una cifra inferior a un incremento de dos dígitos.

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Indico que, “si los empresarios suben a dos dígitos, no importa cuál sea el número, nos sentamos a conversar. A ver si somos capaces de hacer un acuerdo”.

Las centrales obreras sustentan su postura en un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el cual aseguran, hay un rezago acumulado de 50 puntos porcentuales en el reconocimiento de la productividad de los trabajadores durante las últimas dos décadas. Para los sindicatos, ese desfase justifica un ajuste significativo para recuperar poder adquisitivo y mejorar las condiciones de cerca de tres millones de trabajadores que devengan el salario mínimo.

Por su parte, los gremios empresariales: Andi, Acopi y la SAC, mantienen firme su propuesta de 7,21% que situaría el salario mínimo en $1.526.191 y $1.740.554 con auxilio, un aumento de $102.691. Empresarios expresaron preocupación por el crecimiento de la informalidad y el debilitamiento del empleo formal y es que según el Dane, 11,38 millones de colombianos ganan menos del salario mínimo, 1,23 millones más que el año pasado.

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El porcentaje propuesto por los empresarios se construye a partir de tres variables: la inflación observada (5,3%), la Productividad Total de los Factores (0,91%) y un margen adicional de 100 puntos básicos.

Por su parte, el presidente Gustavo Petro apoya la postura sindical. El mandatario aseguró que los aumentos recientes del salario mínimo no han golpeado el mercado laboral y que, por el contrario, el desempleo ha disminuido.

Por ahora, las negociaciones continúan sin avances significativos. En caso de no lograrse concertación antes de la fecha límite el 29 de diciembre, el Gobierno deberá fijar el incremento por decreto.