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El puntaje Icfes más alto del San Bonifacio de las Lanzas

El puntaje Icfes más alto del San Bonifacio de las Lanzas

La joven ibaguereña María Victoria Montañez Orjuela es excelente en todo. A sus 18 años es una artista excepcional, pinta y dibuja con impresionante realismo. Lectora voraz de literatura, filosofía e historia y como si lo anterior fuera poco, domina con facilidad las matemáticas.

Todo eso le valió para sacar 450 puntos de 500 posibles en las Pruebas Saber 11 y ser la mejor de su colegio, el San Bonifacio de las Lanzas.

María Victoria es la hija única de dos prestigiosos abogados. Su madre es la juez de la República, Diana Orjuela. Su padre, el reconocido abogado y profesor universitario de la Universidad de Ibagué y Universidad del Tolima,  Julio César Montañez Roa..

Mis papás siempre me inculcaron mucho el amor por la academia, las matemáticas, la lectura. Ellos son el pilar fundamental de mi vida, por el acompañamiento en lo académico, pero sobre todo por el cariño y la comprensión que siempre me han brindado”, expresa María Victoria.

Cuenta que desde niña descubrió su amor por el arte y las matemáticas. Fue una niñez que recuerda con entusiasmo. Después llegó la secundaria y el ascenso continuó. Disfrutó cada momento en las aulas, junto a profesores y compañeros. “Hacia el final tuvimos la contingencia de la pandemia, pero igual fue una etapa que disfruté muchísimo”, manifiesta.

Probablemente ese fue el motivo por el cual María Victoria tuvo tan buenos resultados en las pruebas Icfes. Su entorno lleno de tranquilidad y alegría, fue el escenario ideal para acercarse con emoción al conocimiento y el arte. De hecho, recuerda con el mismo gusto materias que parecen tan opuestas como matemáticas y artística.

En ese proceso hubo profesores que dejaron huella en su memoria y que recuerda con agradecimiento. Hugo Silva, de química; Wilson Pompeyo, de arte; y Sergio González, de biología, para María Victoria son de esos docentes que se recuerdan por siempre.

Eran excelentes profesores no solo por su experiencia, sino que además son grandes personas. Nos apoyan y nos entienden, a lo mejor conocen una parte de nosotros que la familia no, y son fundamentales por ese acompañamiento”, enfatiza.

María Victoria pinta y dibuja con solvencia, tiene un talento privilegiado para las artes plásticas. Su estilo es un fascinante realismo. Empero, su artista preferido es Monet, precursor del impresionismo. “Suelo pintar al óleo, pero hago más que todo dibujos con colores”.

Su consagración también es la lectura. Su padre se lo inculcó desde siempre. Su obra favorita, El mundo de Sofía, del escritor Jostein Gaarder. “Es un libro que leí desde niña, por recomendación de mi padre, y me gustó mucho. Lo he releído en repetidas ocasiones. Es una introducción divertida a la filosofía, se disfruta la historia, se aprende. Es una forma chévere de aprender temas que de otra manera tal vez no llaman mucho la atención”.

Pero también es una apasionada por los libros de historia universal y del arte. Ese hábito de lectura fue fundamental en la preparación para las pruebas Icfes. En los últimos dos años sus lecturas se tornaron más académicas. Aprovechó al máximo los simulacros ofrecidos por el colegio. Junto a sus amigas estudiaban de manera independiente.

En la casa también estudiaba temas que el mismo Icfes publicaba. Todo eso ayudó a tener esos resultados. De igual manera es importante haber hecho un bachillerato muy bueno; estudiando los temas, repasando las dudas que se tengan”, recalca.

Pese a la preparación, fue inevitable para María Victoria sentir nervios antes de presentar la prueba Icfes. Sin embargo, una vez llegó el momento, decidió enfocarse en el examen, antes que pensar en el resultado. Una vez lo conoció, fue todo emoción. Y no es para menos. Sacó puntaje perfecto en tres de los módulos y excelente calificación en los dos restantes.

Matemáticas: 100 puntos

Sociales y Ciudadanas: 100 puntos

Inglés: 100 puntos

Lectura Crítica: 80 puntos

Ciencias Naturales: 77 puntos

Ahora María Victoria espera cumplir su sueño de estudiar Arquitectura en la Universidad de Los Andes. Si bien tiene talentos y cualidades para decidirse por otras profesiones, la arquitectura le atrae en mayor medida.

Siempre me llamó la atención porque consiste crear espacios donde la gente pueda desempeñarse. Cumple un rol muy importante en la sociedad. Todo lo que tiene que ver con estructuras, diseños, siempre me llamó mucho la atención”, apunta.

Para los estudiantes que el próximo año tendrán la oportunidad de presentar el Icfes, María Victoria envió un mensaje. Los invitó a perseverar, a ser responsables y hacer las cosas con pasión. “Deberíamos estudiar por gusto y no por obligación. Al final uno estudia es para sí mismo, para cumplir sus propias metas en la vida”, sentencia.

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