La discusión sobre el aumento del salario mínimo para 2026 volvió a cerrarse sin consenso en la mesa tripartita. Este 15 de diciembre finalizó sin acuerdo, lo que deja en manos del Gobierno Nacional la decisión final sobre el ajuste que regirá a partir del 1 de enero del próximo año.

Las diferencias entre las partes fueron determinantes. Mientras los empresarios propusieron un incremento del 7,21 %, las centrales sindicales insistieron en un aumento del 16 %, lo que impidió alcanzar un punto de encuentro. Tal como ha ocurrido en los dos años anteriores, el escenario más probable es que el salario mínimo sea fijado mediante decreto presidencial.

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El ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, confirmó que la sesión terminó sin acuerdo y explicó que las organizaciones sindicales mantuvieron su posición de que el incremento debía ser de dos dígitos para, a partir de ahí, discutir el porcentaje exacto. “Los sectores sindicales insistieron en que el incremento fuera de dos dígitos para abrir la discusión”, señaló.

Tras el cierre sin consenso, se llevó a cabo una reunión extraordinaria entre el presidente Gustavo Petro y el ministro de Trabajo para evaluar el ajuste salarial. El mandatario reiteró su inconformidad con las propuestas empresariales durante la ceremonia de ascensos de la Policía Nacional.

“Hoy pienso subir, pero no me pueden explicar con sinceridad por qué a los trabajadores solo se les pide subir un 7 %, mientras a los dueños del capital rentístico que viven del Estado cobran al Estado el 13 % y, si es para salud, el 17 %”, afirmó Petro. Desde hace varias semanas, el presidente ha planteado un aumento cercano al 11%, lo que llevaría el salario mínimo a alrededor de $1.580.000.

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Para llegar a acuerdos aún faltan 48 horas claves en la negociación del alza del salario mínimo, las partes deberán para presentar por escrito sus salvedades, en un último intento por destrabar la negociación.

Desde el movimiento sindical, el presidente de la CUT, Fabio Arias, fue enfático en señalar que “este año no habrá ni la más mínima posibilidad de llegar a un acuerdo sobre el aumento del mínimo”, anticipando que la definición quedará en manos del Ejecutivo.

Por su parte, el ministro Sanguino aseguró que en caso de que los tiempos para destrabar la discusión no den resultados el Gobierno tomará una decisión “responsable y justa”, basada en criterios de justicia social. “No es cierto que se afecte la inflación”, afirmó, y agregó que, en caso de decretarse el aumento, la decisión se tomará “mirando hacia la izquierda”, es decir, priorizando el bienestar de los trabajadores.